Seguimos optimistas, pero también muy ahorradores
Los consumidores españoles siguen a la cola de Europa en la disposición a comprar. La calidad del empleo, clave.
El optimismo entre los consumidores españoles sigue creciendo, pero se mantiene el perfil ahorrador. Sigue habiendo cautela en los bolsillos. Así lo indica el estudio Clima de Consumo para Europa de GfK, que apunta que España sigue una vez más entre los países más optimistas del continente europeo respecto a sus expectativas económicas y a la cola en la disposición a comprar.
El informe, correspondiente al segundo trimestre de 2017, muestra que nuestro país ha cerrado el segundo trimestre de 2017 con 25 puntos el indicador de perspectivas económicas, con una mínima variación de dos puntos y de esta forma, se sitúa tras Francia (49), Alemania (41), Portugal (39) y Países Bajos (33).
Sin embargo, no remontamos de manera destacada ni en el indicador de expectativas de ingresos, ni en la disposición a comprar, que se mantiene en valores negativos.
Para este estudio, todos los indicadores toman valores entre -100 y 100. Un valor negativo muestra que el porcentaje de entrevistados pesimistas respecto al futuro es superior al porcentaje de los optimistas. Un índice con valor 0 señala que existe equilibrio entre ambos y un indicador positivo expresa que el porcentaje de entrevistados optimistas supera al de los pesimistas. El objetivo del estudio es medir el estado de ánimo de la población, a través de preguntas sobre la percepción de la situación de su país y de su hogar en los próximos 12 meses, comparada con los últimos 12.
Las razones para este optimismo en las expectativas económicas pueden encontrarse en las buenas perspectivas macroeconómicas para nuestro país (el PIB se vuelve a revisar al alza, al igual que las exportaciones, y la tasa de desempleo sigue reduciéndose). Sin embargo, todavía hay una importante brecha entre lo que se percibe para la economía del país y lo que se vive en los hogares. Este trimestre esa diferencia se sitúa de nuevo en los 27 puntos.
Esta distancia en la percepción se observa especialmente en los indicadores de expectativas de ingresos y de disposición a comprar, que no consiguen despegar a pesar de las mínimas variaciones al alza mostradas en este trimestre. Las expectativas de ingresos en nuestro país mejoran ligeramente respecto a los tres primeros meses del año (una leve subida de 3 puntos) aunque no suficiente para alcanzar niveles anteriores cuando llegamos a los 16 puntos (Q4 2016) o incluso a los 31 de finales de 2015. Además, también estamos muy lejos del clima de optimismo de Alemania, del que nos separan 46 puntos.
EL EMPLEO
Uno de los factores que más influyen en este indicador es el comportamiento del desempleo. Aunque España lideró la reducción del paro en términos interanuales en Europa, al reducir la cifra de desempleados por debajo de los cuatro millones por primera vez desde febrero de 2009, lo cierto es que también volvió a ser el segundo país de la UE con mayor número de parados (17,7%). Solo nos supera Grecia con 22,5%. El equipo de GfK a cargo de este estudio considera que la calidad del empleo es un importante motivo para que la población en España no se muestre más optimista respecto a sus ingresos o la disposición comprar.
Precisamente, en las expectativas de gasto (-2), a pesar de haber mejorado el indicador de nuevo dos puntos (de -4 a -2), seguimos siendo uno de los tres países en negativo de todos los países analizados. Por tanto, se mantiene la contención en los gastos de los hogares, tal y como ha venido ocurriendo desde marzo de 2011, primer resultado negativo en este indicador que no ha superado la barrera del cero (0) desde entonces.
Y es que, junto a la calidad del empleo, otros aspectos influyen en la disposición a comprar: la inflación y las subidas salariales. El esperado incremento de los precios en los próximos meses y las tímidas subidas salariales que se están produciendo (menos del 1,51% de incremento) no auguran un aumento de las compras a corto plazo.
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