El consumo de frutas y verduras desciende a pesar de que hay más vegetarianos
Cada año que pasa, los kilos que se consumen de frutas y verduras bajan. Entre las razones que explican el fenómeno está la población joven que rechaza este tipo de producto y la inflación
El 4% de la población es vegetariana (no come carne ni pescado), el 0,8% es vegana (tampoco ingiere lácteos ni huevos) y en torno al 7% son flexitarianos (tienden a comer cada vez menos proteína animal).
Estos datos, que proceden del estudio de la Fundación Mapfre y la Academia de Nutrición y Dietética, nos llevarían a pensar que se opta por eliminar o reducir el consumo de carne y pescado, lo que tiene como consecuencia el aumento del de frutas y verduras. Parece ser que no es así.
Según recoge Expansión, las cifras publicadas por Fepex (la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas) muestran que los kilos de frutas y verduras consumidas en España han disminuido desde el año 2014, momento en que sumaban 8.416 millones de kilos.
En 2021 fueron 7.881 millones de kilos los que se consumieron. En 2022 (datos recogidos hasta octubre) el consumo fue de 5.868 millones de kilos, el 12,9% menos que lo registrado en el mismo periodo del año anterior. En el último año el descenso fue del 14,3% en hortalizas y del 12,3% en el caso de las frutas frescas. Fepex observa que solo se produjo incremento en el año 2020, algo que atribuye al confinamiento, que aumentó la preocupación por la salud y también la venta de productos frescos para cocinar en casa.
En Europa
El informe de la Fundación Mapfre y la Academia de Nutrición y Dietética también refleja que la proporción de vegetarianos, veganos y flexitarianos en países del centro de Europa es mayor, por ejemplo, en Alemania, donde la suma de esas tres opciones alcanza la mitad de la población.
Los datos de Freshfel para el conjunto de Europa, muestran también esa tendencia a la disminución en los productos frescos, en especial de vegetales. Su Monitor de Consumo revela que la ingesta media de productos frescos se sitúa en 364 g/cápita/día para 2021, una cifra que podría descender en torno al 10% en 2022 una vez que se conozcan los datos finales del año pasado. Algo apoyado por un estudio de Eurostat del año 2019, según el cual solo el 12% de los consumidores de toda la UE llegan a sus cinco raciones al día y, de manera alarmante, el 33% no come frutas y verduras todos los días.
De acuerdo al artículo citado, una de las razones de esta tendencia es que hay segmentos de la población joven que tienden a rechazar algunos tipos o variedades de alimentos frescos a pesar de que se hacen esfuerzos para atraerlos. Por ejemplo, un proveedor de Tesco ha realizado inversiones en maquinaria para seleccionar brotes perfectos de coles de bruselas con el fin de mejorar el aspecto y captar al consumidor joven.
También hay que tener en cuenta que no comer carne lleva a buscar productos con proteínas alternativas (que no incluyen frutas y verduras en su estado original en su formulación). El proyecto europeo Smart Protein apunta que el aumento de esta tendencia va a razón del 50% anual.
El análisis de Freshfeld también aporta que la inflación está detrás de esa reducción del consumo en general, y que existe la percepción de que los productos frescos encarecen el ticket de compra. Añade que los productos premium y los orgánicos son los que más están reduciendo la presencia en los carritos de la compra. El precio es ahora más determinante por el aumento también de otros costes en los hogares, como la energía.
"En comparación con otras categorías de alimentos, las subidas de precios de frutas y hortalizas han sido inferiores a la inflación media. Una dieta de cinco raciones al día o que la mitad del plato contenga frutas y verduras se puede conseguir por 1 o 2 euros por persona y día", afirma el delegado general de Freshfel Europa, Philippe Binard.
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