El consumo de pescado, en caída desde hace ocho años
En 2017 descendió el 3,3%. Bajan todas las categorías (fresco, congelado y marisco) y suben las conservas, según datos del Mapa.
El consumo doméstico de pescado en España se ha reducido progresivamente en los últimos ocho años. Salvo el consumo de conservas, los demás ven reducida su compra de forma gradual en el largo plazo, especialmente en el caso de pescados frescos y mariscos. En 2017, la caída fue del 3,3% respecto al año 2016, hasta alcanzar los 1.082 millones de kilos. Sin embargo, en términos de valor aumentó ligeramente (0,9%, hasta casi los 9.000 millones de euros) debido al incremento en el precio medio del 4,4%, situándose en 8,29 €/kg.
Así lo pone de relieve el Informe Anual de consumo alimentario 2017 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) en el se indica que, en términos generales, los hogares destinaron el 13,29% del gastoen alimentación y bebidas a la compra de pescado, realizando un gasto per cápita de 196,71 euros y un consumo de 23,73 kg por persona y año, una cantidad un 6,9% menor a la ingerida en 2016.
Según este análisis, el mes de diciembre es un "mes clave" en el consumo de la categoría, debido a la cercanía de las Navidades, moviendo facturaciones que incluso son un 50% superiores al resto del años.
En líneas generales, el consumo de pescado frescorepresenta el 44,4% del volumen de pescado consumido. El segundo tipo más comprado corresponde a las conservas y moluscos (18,6%), con un peso en facturación del 21,8%, mientras que mariscos frescos y congelados asumen el 14,8 % y 9,2% del volumen, respectivamente. Pero veamos en detalle.
PESCADO FRESCO
En esta categoría se incluyen merluza/pescadilla, sardina/boquerón, atún y bonito, trucha, lenguado, bacalao, caballa, salmón, lubina, dorada, rodaballo y rape, entre otros pescados frescos. A pesar de ser la categoría con mayor presencia en los hogares, su consumo se redujo un 5,1%. En valor, el pescado fresco también decreció, aunque de forma más moderada (-1,1%), como consecuencia del impacto del incremento del precio medio (+4,2%) que cerró en 7,75€/kg.
Los hogares destinaron el 5,52% del presupuesto para alimentación a la compra de este tipo de pescado, lo que implica un gasto per cápita de 81,66 euros, 4,8% menor a lo invertido durante el año anterior. El consumo per cápita de pescado fresco fue de 10,54 kilos, significativamente inferior al consumo del 2016 (-8,6%).
Los hogares formados por retirados consumieron el 31,5% del volumen de pescado fresco. Le siguen los hogares con parejas adultas sin hijos (15,7%), por lo que el perfil de hogar consumidor de pescado fresco se corresponde con hogares adultos.
PESCADO CONGELADO
En esta categoría, que incluye, entre otros pescados congelados la merluza/pescadilla, lenguado, bacalao y salmón, el descenso en su consumo fue significativo a lo largo del pasado año, pues decreció un 5,1%. Por el contrario, el gasto realizado por los hogares aumentó un 0,8% debido al incremento de precio (+6,2%), cerrando en 7,30€/kg. Desciende igualmente su consumo per cápita, en comparación con 2016, un 8,6%, situándose en los 2,50 kilos por persona y año.
Al igual que con el pescado fresco, el mayor consumo relativo ocurre en hogares adultos, especialmente en hogares formados por retirados, que mueven el 22,3% del volumen de la categoría. Por el contrario, el menor consumo se corresponde con hogares de jóvenes independientes (2,5% del volumen).
A nivel regional, Extremadura y Canarias, así como la Comunidad Valenciana, son las comunidades autónomas con mayor consumo. Por el contrario, Asturias, Comunidad de Madrid y Navarra se sitúan como las menos propensas al consumo de pescado congelado.
MARISCOS
Esta categoría engloba almeja/berberecho, mejillón, calamar/pulpo, gamba/langostino entre otros mariscos y crustáceos. El consumo doméstico en este caso se redujo en los hogares un 2,8%, mientras el valor creció un 0,6%. El precio medio cerró el año en 8,60€/kg, lo cual implica un incremento del 3,5% en comparación con el año anterior. El consumo per cápita fue de 6,28 kilos por persona y año, 6,5% menor al de 2016.
El 50,8% del volumen se consumió en hogares de retirados, parejas adultas sin hijos y adultos independientes. El estudio indica que el consumo de estos alimentos aumenta según se eleva la clase socioeconómica.
Galicia, Asturias, Cataluña y Castilla y León fueron las regiones de mayor consumo de estos alimentos, mientras que ambos archipiélagos y Extremadura son las que menos los consumen comparativamente.
CONSERVAS DE PESCADO
A diferencia de la categoría anterior, la compra de conservas de pescados y moluscos se incrementó un 1,7%. El valor creció en mayor proporción (5,7%) apoyado en un aumento de precio de un 3,8% en comparación con 2016. El precio medio llegó a los 9,70€/kg.
El consumo per cápita de conservas descendió un 2,1%, con una cantidad media ingerida por persona y año de 4,42 kilogramos. El 22,5% del volumen de conservas de pescado y moluscos lo realizan los hogares formados por retirados, seguidos de las parejas con hijos medianos que asumen el 17,3%.
Región de Murcia, Islas Canarias y Asturias son las comunidades autónomas más intensas en el consumo de conservas de pescado y moluscos, mientras que Baleares, Cantabria y Navarra, son las que menos los consumen.
Por canales, el 50,6% de los kilos de pescado que se compran para consumo doméstico se adquieren en el supermercado, teniendo una variación negativa de un 0,8%. La única evolución favorable corresponde al ecommerce, con un incremento del 17,5% a pesar de que su participación aún es reducida (0,7% del volumen). La tienda tradicional es un canal con un peso muy significativo en la categoría, asumiendo el 25% del total, pero con un retroceso en volumen del 7,4% durante el pasado año.
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