6 de cada 10 familias sustituyen alimentos como el aceite y el pescado por otros de inferior calidad
Muchas apuestan por cambiar de establecimiento habitual para conseguir precios más económicos, aunque la mayoría sigue comprando en supermercados pese a que considera que es el lugar dónde más han subido los precios, según un estudio de Facua.
El 62,7% de las familias españolas ha tenido que sustituir alimentos por otros de inferior calidad para abaratar el precio de la cesta de la compra, según una encuesta realizada por Facua-Consumidores en Acción.
De ellos, el aceite de oliva, con el 42,5%, es el producto que más se ha sido intercambiado por otro de inferior calidad, seguido del pescado, con el 37,6%. A más distancia se encuentran la carne (31%), las frutas, verduras y hortalizas (24,7%) y las conservas (21,4%), mientras que en la cola figuran las legumbres, el arroz y otros cereales (13,8%) y los alimentos ultraprocesados, con el 12,7%.
Este análisis revela así que el 75% de las familias se han visto obligadas a reducir su gasto en productos y servicios de diversa índole para poder hacer frente a la subida de los precios de los alimentos.
De hecho, este encarecimiento ha provocado que el 65,3% de los encuestados haya reducido su gasto en bares y restaurantes, el 58,7% en viajes, 47,1% en ropa y calzado, el 45,3% en productos culturales, el 18,9% en suministros de luz, agua y gas, el 12,6% en transportes y el 11,8% en telecomunicaciones (telefonía e internet). Sólo el 25,1% señala no haber tenido que privarse de ningún otro producto o servicio.
BAJA EL CONSUMO DE LOS PRINCIPALES ALIMENTOS
Respecto a los hábitos de consumo de distintos alimentos por parte de los consumidores, el porcentaje de familias que consume ternera una o más veces en semana ha bajado 15 puntos con respecto a dos años atrás, pasando del 32,9% al 17,6% actual.
Por el contrario, el 82,3% de las familias sólo consume esta carne cada dos semanas o con menor periodicidad. De ellas, el 30% no lo hace ni siquiera una vez al mes o directamente no la compra.
Una situación parecida ocurre con el pescado, ya que si hasta hace dos años el porcentaje de familias que decía consumirlo al menos una vez en semana era el 67,6%, mientras que ahora es el 43,3%. El porcentaje de familias que directamente no lo consume aumenta del 5% al 10,9%.
Aunque menos acusado, el consumo de pollo varios días a la semana también está disminuyendo. Así, del 73,3% que lo hacía al menos una vez cada siete días, ahora es un 60,9%, mientras que su consumo cada dos semanas o menos aumenta del 26,6% hasta el 38,9%.
También baja el consumo de frutas, ya que el 62,3% dice consumir actualmente fruta fresca de cuatro a siete días a la semana. Un porcentaje inferior al 77,7% que decía que la consumían con dicha periodicidad hace más de dos años.
Un patrón similar tienen los lácteos. Del 76,6% que los consumían de cuatro a siete días por semana anteriormente a los últimos dos años, actualmente dicho porcentaje baja a un 63%.
A LA BUSCA DEL MEJOR PRECIO
Según la encuesta, los consumidores están apostando por cambiar de establecimiento habitual a la hora de comprar para conseguir precios más económicos. El 55,3% de los encuestados afirma haberlo hecho, frente al 44,6% que sigue comprando en el mismo lugar.
Una gran mayoría (83,5%) realiza sus compras en supermercados, aunque el 79,3% considera que es el lugar dónde más han subido los precios, seguidos de las grandes superficies comerciales (70,7%).
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