La era de la abundancia llega a su fin, también en el súper
Los expertos opinan que no habrá racionamiento, pero sí menor disponibilidad en el mercado, sobre todo en el caso de los productos frescos.
A raíz de la pandemia de Covid-19 y con la evolución de la economía y el contexto geopolítico (inflación, invasión de Ucrania, subida de costes...), venimos observando cambios constantes en muchos aspectos de la vida cotidiana y, en concreto, en lo que afecta al consumo. Está claro que la era de la abundancia ha llegado a su fin, como señaló recientemente el presidente de Francia, Emmanuel Macron, algo que también se detecta en el supermercado.
Antes de la crisis, los lineales de estos establecimientos ofrecían todo tipo de productos, fueran o no de temporada, y los consumidores se habían acostumbrado a contar con una variedad rebosante de artículos entre los que elegir. Esto ha dado un giro radical que ha llevado a los españoles a estudiar con lupa la lista de la compra, buscando el ahorro y centrándose en los básicos.
Las roturas de stocks y los episodios de racionamiento han sido más que frecuentes en estos últimos años (basta recordar lo ocurrido con el papel higiénico o con el aceite de girasol, por poner dos ejemplos) y la inflación se ha disparado hasta alcanzar cifras históricas, lo que ha conducido a una situación condicionada por un escenario macroeconómico poco alentador.
"En este contexto de subida de costes, el invierno va a ser duro. Para el consumidor va a ser muy complicado ir a hacer la compra. Por eso, se reorganizará parte de la oferta y las tiendas volverán a centrarse en los básicos, porque al agricultor no se le va a pagar el diferencial por cultivar patata morada, ni la mayoría de consumidores va a pagar más por ella. Los productores están en un momento en el que o sobreviven y repercuten el coste de producción o no producen porque saben que van a perder dinero", explica al diario El Mundo Pilar Aguado, experta en supply chain (cadena de suministro) de la Universidad Politécnica de Valencia y directora de compras de la empresa United PetFood.
"Hay algunos productos que se han encarecido tanto en origen que a veces nos planteamos si compensa tenerlos porque no podemos repercutir ese sobrecoste al consumidor", explican desde una cadena de supermercados.
UNA "TORMENTA PERFECTA"
Efectivamente, como señala Aguado, la subida de costes ha hecho que algunos "hayan dejado de producir porque no les compensa". Es el caso del tomate de Holanda, por ejemplo, "porque necesita calefacción y los costes han subido tanto que no compensaba", señalan desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). No creen que haya habido una "subida fuerte de precios en horticultura", pero recuerdan que hay productos que se han disparado más debido a que ha habido "una tormenta perfecta": las cosechas han sido escasas, llega menos cereal de Ucrania (para Europa uno de los principales proveedores) y los costes de producción han aumentado.
Esta experta considera que no habrá racionamiento, pero sí un cambio de hábitos de consumo y no habrá tanta disponibilidad en el mercado, sobre todo en el caso de los productos frescos.
Desde el sector de la distribución se señala que lo que sí puede ocurrir es que, "de tanta variedad a la que estamos acostumbrados, ahora haya productos que por un tema de mercado y de costes dejen de estar puntualmente, pero siempre habrá otra alternativa".
"En circunstancias difíciles como las actuales, la distribución está actuando con una gran responsabilidad a la hora de decidir el surtido. Si en algún caso esto implica prescindir de algún producto excesivamente alto en precio, esto lo que demuestra es que las subidas de los eslabones anteriores no se están repercutiendo sin más", argumenta Ignacio García-Magarzo, director general de Asedas, la patronal de los supermercados.
MAYOR DEMANDA DESDE EUROPA
Otra cuestión interesante es que, como España es uno de los principales países productores, hay una mayor demanda por parte de mercados europeos y eso hace que los precios suban. La subida de costes y la falta de cereal por la guerra de Ucrania "nos afecta a todos y hay empresas europeas comprando a saco en España productos que antes no compraban", explican fuentes del sector agroalimentario.
Esto constituye una gran oportunidad para los productores que tengan producto que ofrecer al mercado, señalan desde el sector primario, aunque la distribución puede tener "algunas dificultades de aprovisionamiento" por ello. "Si no hay aceite y España es el principal país productor, todos vendrán aquí a comprarlo. A más demanda y menor oferta, suben precios", explican estas fuentes.
En todo caso, insisten en que no habrá desabastecimiento, pero sí algunas tiendas que ofrezcan más oferta y otras que no, que la reduzcan y vayan a los productos básicos.
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