Heineken: la imagen de marca en mano de los hooligans

Protagonista imprevista de la Eurocopa al aparecer en escenas de violencia por ser la cerveza que más beben los ultras.

Heineken: la imagen de una marca en mano de los hooligans / Redacción FRS
R.G.C.

15 de junio 2016 - 19:33

Estar presente, cuanto más tiempo mejor, en los medios de comunicación o en las redes sociales siempre es el sueño de cualquier marca. Sin embargo, no siempre se ofrecen las imágenes idílicas que a una firma le gustaría. Controlarlo o pararlo es, además, algo imposible. Que se lo digan a Heineken, que estos días está viendo cómo sus cervezas están apareciendo constantemente en las escenas de violencia protagonizadas por los hooligans durante la Eurocopa de fútbol que se está celebrando en Francia. Una publicidad negativa que no siempre pasa desapercibida.

El torneo de fútbol casi ha sido más protagonista estos días por el comportamiento de los aficionados violentos que por lo que pasa en los terrenos de juego. Marsella, Niza o Lille han sido tristes testigos de actos de vergüenza y de batallas campales que han dejado decenas de heridos y destrozos valorados en miles de euros.

En muchas de esas secuencias y fotografías se han visto a los hooligans con latas o botellas de Heineken en la mano o siendo usadas, incluso, como armas para arrojar a la policía o a aficionados rivales. Da igual que Carlsberg sea el patrocinador oficial de esta Eurocopa 2016, parece que la cerveza que triunfa entre los ultras es la de la marca holandesa.

Un dicho indica que 'la mala publicidad es buena publicidad', señalando que siempre es mejor aparecer en los medios, ya sea para bien o para mal, a no salir ni un minuto. Sí se suele aplicar en otros ámbitos (deporte, música o cine, por ejemplo), pero en el mundo de las marcas es otra cosa. No es bueno que, aunque sea sin querer, una empresa o una firma se asocie con imágenes o hechos que provocan rechazo social.

Tenemos casos como el de Lacoste, que pidió a Anders Behring Breivik, autor de la masacre en Oslo en 2011, que no usara sus polos para no dañar la imagen de la marca. Ni que decir de numerosos patrocinadores que han retirado su apoyo a deportistas acusados de dopaje (incluso sin ser sancionados) para que no deteriorasen su prestigio. Son ejemplos de daños colaterales que ahora vive Heineken por culpa de los hooligans. Siendo una cervecera muy activa en lo que a publicidad se refiere (no hay más que recordar que es patrocinadora oficial de la Champions, con una reciente y potente campaña para provocar un 'complot' a gran escala para que los jefes dejaran a sus empleados ver el fútbol), ¿tendrá algún tipo de respuesta para lavar la imagen que le deja la Eurocopa?

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