PepsiCo cierra la compra de la israelí SodaStream
Su objetivo es afianzar su apuesta por las bebidas saludables y sostenibles.
PepsiCo ha completado la adquisición de la compañía israelí SodaStream por un importe de 144 dólares por acción, que suman unos 2.800 millones de euros.
SodaStream es especialista en refrescos que el consumidor elabora en casa. Así, esta adquisición tiene para PepsiCo el objetivo de impulsar su apuesta por los refrescos saludables y sostenibles.
Ramon Laguarta, CEO de PepsiCo, ha destacado las posibilidades de customización que aportan los productos de SodaStream, que “empoderan a los consumidores al permitirles personalizar su bebida favorita”. El directivo ha añadido que “con SodaStream, podremos acelerar el proceso de eliminación de plástico para construir un futuro más sostenible”.
SodaStream, un producto sostenible no exento de polémica
La fórmula de SodaStream se basa en tres pilares: personalización, sostenibilidad y salud. Se define como “una fábrica de refrescos en casa” y comercializa máquinas, botellas, cilindros y concentrados de zumo para elaborar refrescos a partir de agua del grifo.
Un 25% de su mercado se encuentra en los países escandinavos, donde se valora especialmente en concepto de sostenibilidad; otro 25% lo acaparan Australia y Gran Bretaña, en donde es un producto clásico y plenamente consolidado, y el 50% restante se lo lleva Estados Unidos.
La marca se encontró envuelta en la polémica en 2014, tras una publicidad protagonizada por la actriz Scarlett Johansson, que tuvo que abandonar su puesto como embajadora de la ONG Oxfam tras las críticas por su apoyo a una empresa “asentada en territorios ocupados”.
Además, el spot, que iba a ser emitido durante la SuperBowl, fue censurado por la cadena Fox por atacar directamente a Coca-Cola y a PepsiCo, precisamente la empresa que ha acabado comprándola.
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