Primeras Marcas distribuirá las bodegas Pegaso y Cinco Leguas
La compañía importadora se encargará de hacer crecer estas bodegas, radicadas en Ávila y Madrid, y expandir su presencia en España.
La compañía importadora Primeras Marcas se convierte en distribuidor de las bodegas de vinos de Ávila (Pegaso) y Madrid (Cinco Leguas), encargándose de hacer crecer el negocio y expandir su presencia en España.
Telmo Rodríguez, propietario de Pegaso Viñas Viejas, y Marc Isart, al frente de Bodegas Cinco Leguas, son dos productores emprendedores que se han convertido en referentes dentro del sector de vinos cerca de la capital de España, informa la importadora.
Con varios años de experiencia a sus espaldas, Telmo Rodríguez, conocido como 'el hombre que resucita viñas', está considerado una referencia mundial del vino español e 'hijo' de Remelluri, al ser sus padres quienes hicieron renacer esta propiedad medieval.
Este emprendedor partió de cero en 1994, sin bodega, tierra ni viñas para iniciar un proyecto personal que le ha permitido crear tres bodegas, entre ellas Pegaso, un proyecto en el que participa también el piloto Carlos Sainz.
Rodríguez se encarga de recuperar pequeños y excepcionales viñedos, muchos de ellos olvidados, trabajados de manera orgánica, sin utilizar ningún tipo de herbicida y siempre desde el máximo respeto al lugar. En 1999 empezó en Cebreros (Ávila) con Pegaso Viñas Viejas, cuando nadie se interesaba, y sentó las bases para el actual interés en las garnachas de esta zona y de los vinos de Madrid y la sierra de Gredos.
CINCO LEGUAS
Por su parte, ligado a otros proyectos como Comando G o Barnabeleva, y considerado uno de los enólogos más reconocidos del centro de la Penínusla, Marc Isart se ha embarcado en la Bodega Cinco Leguas. Un proyecto que quiere mostrar las cualidades del tempranillo y el malvar sobre los suelos arcilloso-calcáreos del este de Madrid, de los cuales es el mayor especialista.
El proyecto se ubica en el castizo y emblemático pueblo de Chinchón, en una antigua fábrica de trajes. Por el camino fue bodega de espumosos y fábrica de anís. El proyecto surgió a partir de viejas viñas olvidadas de tinto fino o malvar, a apenas cinco leguas de la capital, en un paisaje austero, de esparto, encinas y tomillos, recuperadas por este joven emprendedor que representan el ADN del antiguo tempranillo de la sierra madrileña.
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