Así son los odiados supermercados del alcohol

En los ferrys que conectan la localidad danesa de Helsingør con la sueca Helsingborg se produce un fenómeno que rara vez se ve en otros puntos de Europa. Los vecinos suecos acuden a Dinamarca con bolsas, carritos y hasta maletas vacías, que hacen el camino inverso cargadas de botellas de todo tipo: whisky, ron, ginebra, vino... ¿Es normal atravesar el estrecho de Øresund para hacer la compra de bebidas en otro país? Para ellos sí, porque, aunque parezca mentira, se ahorran muchos euros en el ticket de compra. Tranquilos que no se han vuelto locos...

La escena se repite de forma similar más al sur, entre Malmö y Copenhague, aunque se hace menos evidente. El tráfico continuo de coches y de trenes a través del impresionante puente de Øresund se encarga de camuflar ese trasiego de las 'maletas del alcohol', aunque es posible que sea más amplio de lo que se aprecia en los barcos del norte. En la capital, Estocolmo, sus habitantes optan por coger ferrys hasta las islas finlandesas Åland para aprovecharse del tax free durante el trayecto. También hay quienes se aventuran a un viaje más largo, hasta la capital estonia, Tallín, donde el alcohol es mucho más barato.

Porque de eso precisamente se trata. Los suecos cuentan con los impuestos al alcohol más altos de Europa y ante ello les sale más recomendable para el bolsillo salir de sus fronteras para comprar bebidas de alta graduación. Estas tienen en Suecia un IVA del 25%, mientras que en Dinamarca es del 19%. En España, el 21%. Además, hay que contar con los impuestos especiales sobre este producto, que hacen que el whisky, el ron, la ginebra o el vodka sean casi productos de lujo en Suecia.

El país nórdico, además, tiene la particularidad de tener los llamados 'supermercados del alcohol': los Systembolaget. Se caracterizan por ser los únicos establecimientos del país en vender bebidas que contengan más del 3,5% de graduación alcohólica. Por tanto, algunas cervezas se libran y pueden estar presentes en otros establecimientos, pero todo lo que se suba de esa graduación solo se puede ver y comprar en los Systembolaget. Tienen su versión noruega, llamada Vinmonopolet, cuya principal diferencia es vender bebidas con más del 4,75%, por lo que en Noruega es más fácil ver cervezas en los supermercados tradicionales.

Son tiendas austeras, sin ningún tipo de cartelería promocional. Aquí no se puede favorecer una marca por encima de otra, por lo que la ausencia de publicidad es notoria. Tampoco puede haber bebidas mejor posicionadas que otras, por lo que se mantiene una estructura de tienda neutral difícil de ver en otros establecimientos.

Las bebidas se distribuyen por secciones y es fácil detectar dónde están las cervezas o dónde están los vinos. Sorprende ver que no hay packs, puesto que la venta se realiza exclusivamente por unidades. Para comprar hay que ser mayor de 20 años, así que que es común que los empleados de la tienda suelan pedir la identificación al comprador si aparenta una edad más joven. Se prohíbe la venta a personas que actúen bajo los síntomas del alcohol y a sospechosos de hacer la compra para terceros, como a menores. Los horarios de apertura, por cierto, son reducidos. En los fines de semana solo abren los sábado hasta las 15.00 h.

Los Systembolaget son locales controlados por el Gobierno sueco y en los últimos tiempos han aumentado las críticas sobre su efectividad. Conocidos peyorativamente como 'el sistema' (por system) o 'la compañía' (por bolaget), la existencia de estos supermercados está siendo cuestionada incluso por partidos políticos que piden una venta más liberal del alcohol. Entre otras razones, explican que los Systembolaget han provocado el desarrollo de un mercado negro de alcohol de difícil control.

El consumo de alcohol está históricamente mal visto en la sociedad sueca y es normal que el Gobierno realice continuas campañas publicitarias. En la última que nos encontramos en el canal oficial de YouTube de los Systembolaget, el spot advierte sobre los peligros de que los adultos compren alcohol para los menores. "¿Quieres ayuda para resistirte cuando tu hermano pequeño te pide alcohol?", dice el eslogan final.