Ocho tendencias en bebidas: ¿qué se va a beber en los bares en cinco años?

Las alternativas en el campo de las bebidas abarcan todo tipo de consumidores y gustos, con especial relevancia en el cliente premium

Cóctel / Redacción FRS

Cerveza, vino y refresco. Ir a un bar en el siglo pasado suponía elegir entre una de estas cosas, más allá de los combinados y los licores. Ahora hay un tipo de bebida para cada consumidor, cada momento y cada circunstancia.

Buscando atender a esas necesidades, los fabricantes de bebidas han conseguido formular una inmensa variedad: con alcohol, sin alcohol, saludable, con gas, sin gas... Sin embargo, aún hay huecos sin cubrir, algo en lo que incidió Sergio Estévez, Mass Mixologist y Consultor de LOCatamos, durante su ponencia en HIP. Así resumió las grandes tendencias que reinarán los próximos años en el campo de las bebidas.

1. Bebidas sanas y con poco azúcar

Lo saludable está de moda, el cliente quiere cuidarse a la vez que disfruta. Por eso, una bebida que desarrolle estos atributos tiene mucho terreno ganado, siempre y cuando su sabor también esté a la altura de lo que esperan los consumidores. Así lo demuestra la ingente cantidad de bebidas 0,0 que han proliferado últimamente.

2. Disfrute y otras cosas

El consumidor quiere disfrutar y a la vez aprovechar la ocasión para otras cosas. "Quiere tomarse el refresco, pero si viene bien para la digestión, mejor", apunta Estévez. Así, llama la atención sobre las opciones que ayudan a "disfrutar y cuidarse a la vez".

3. Redescubrir

Los ingredientes de toda la vida pueden tener muchas formulaciones. Eso es lo que pasa con una bebida de moda en Estados Unidos que mezcla agua de cacao y vainilla. La diferencia aquí está en que las técnicas que se usan para conseguir estas bebidas son novedosas, de manera que a ingredientes tradicionales "se les da una vuelta", dice Estévez.

4. Entrada a nuevas categorías

Existen bebidas muy clásicas que tienen poco margen de crecimiento. La manera de hacerlo está en relajar sus límites para dejar pasar nuevos clientes. Por ejemplo, esto ocurre con los tequilas cremosos, más suaves que el tequila original. Eso permite dar alternativas amables a los consumidores que no les gusta este tipo de bebida.

5. Nuevos primetimes

El tardeo y el aperitivo están viviendo un auge en el consumo de bebidas. Es ahí donde tienen que centrar sus esfuerzos los fabricantes, productos para ese tipo de consumo, más ligeros en alcohol.

6. Fronteras abajo

La imaginación de los productores de bebidas se ha disparado y mezcla productos muy diferentes. Es lo que ocurre con la Desperados a base de whisky y cítricos. Lo importante de esto es que ya no se trata de que sea cerveza, vino o refresco, sino de que el sabor sea bueno. Algo así pasa también con Salitos, que está elaborado a base de sidra, pero ataca otro tipo de consumidores.

7. Cambiar de principios

Dentro de los muchos tipos de whisky, hay unos cuantos sabores más propicios para beberse solos. No obstante, los fabricantes se han dado cuenta de que los whiskys para mezclar con refrescos pueden ser una oportunidad para vender más. Igual ocurre con el vino que algunas compañías venden en lata, algo más conveniente que una botella de vino.

8. Nuevas experiencias

La novedad también supone un atractivo para el shopper. El producto de siempre se puede presentar con texturas, sabores y olores totalmente diferentes, de forma que el consumidor encuentre esa sorpresa en su bebida.

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