Si en San Valentín -una fecha señalada en el calendario para comprar chocolates- ya pudo percibirse que el coste de los bombones comienza a hacerse cuesta arriba para el bolsillo de muchos clientes, el impacto ahora está dejándose notar también en otro típico dulce, esta vez de la Semana Santa y los días de Pascua en muchas regiones españolas, como la Comunidad Valenciana, Cataluña, Murcia, Aragón o Baleares, pero también fuera de nuestro país: los huevos de Pascua. Así, el precio unitario medio de estos tradicionales huevos de chocolate ha aumentado el 12% en Estados Unidos, mientras que en el Reino Unido ha llegado a experimentar una subida del 50%.
Fue a partir de marzo del año pasado cuando el cacao comenzó a traspasar el entorno de precios en el que se había mantenido más o menos estable durante los últimos cinco años, entre los 2.200 y los 2.700 dólares la tonelada. Como ya informamos hace unas semanas en Food Retail & Service, en el último año y medio ha llegado a triplicar su precio por tonelada, pasando de 2.000 a 6.000 dólares y pulverizando los máximos históricos registrados en 1977. Pero es que, lejos de frenar su escalada, el precio ha continuado creciendo de forma vertiginosa, hasta el punto de superar los 10.000 dólares este mismo martes, duplicando su precio en dos meses (a inicios de febrero se pagaba a 5.000 dólares la tonelada).
Esta revalorización marca, sin duda, un reto para la industria y, aunque los fabricantes tienden a buscar alternativas para no trasladar al consumidor final la subida de sus costes, esta ha sido inevitable. Según los datos de febrero de la consultora NIQ, el cacao figura entre las categorías menos demandadas, con un descenso del 4,8%, y los chocolates aparecen en la lista de los productos más inflacionistas -encabezada por el aceite en la primera posición-, con un alza del 8,8% en su precio.
En este sentido, y salvando la lógica distancia entre ambos productos -el aceite es un producto básico en la cesta de la compra, mientras que el cacao y el chocolate no lo son-, cabe advertir que ante el incremento de los precios del aceite de oliva y el de oliva virgen, con subidas interanuales del 76,7% y el 75,8%, respectivamente, y también el de oliva virgen extra, que lo hace el 66,2%, su demanda se ha traducido en bajadas del 25,4% para el de oliva, o del del 10,6% en el de oliva virgen extra, mientras que el de oliva virgen ha reducido sus ventas en volumen el 2,2%.
Cuentas positivas
Por lo que respecta a los fabricantes chocolateros, con las luces de alarma encendidas y a la espera de lo que suceda en este 2024, no parece que el alza sin freno del precio del cacao haya hecho mella en los resultados del último ejercicio, aunque sí se hayan visto afectados por la inflación y el menor consumo de sus productos. Así, Nestlé España cerró 2023 con una facturación de 2.496 millones de euros, lo que representa un incremento del 5,8% (respecto a los 2.358,4 millones que facturó en 2022) y el Grupo Nestlé mejoró su beneficio neto el 21% en 2023, si bien sus ventas (97.910 millones de euros) representaron el 1,5 % menos que en 2022.
Por su parte, Chocolates Trapa registró durante el pasado ejercicio una facturación bruta de 39,3 millones de euros, aumentando su volumen de ventas el 46% respecto al ejercicio anterior, con unas cifras históricas que visibilizan el notable crecimiento que la compañía ha experimentado, ejercicio tras ejercicio, muy alejadas del millón y medio de euros que facturó en 2013 y por encima de sus propias previsiones. Y en cuanto a la compañía alicantina Chocolates Valor, anotó en su último año fiscal -de julio de 2022 a junio de 2023- una cifra de negocio de 141 millones de euros, el 12% más que en el ejercicio precedente.
En el caso de Lindt y Hershey's, sus ventas también crecieron en los últimos 12 meses (el 10,3% en el primer caso y el 2-3% en el segundo), aunque su cotización ha seguido caminos distintos según la marca. Por ejemplo, las acciones de Lindt se revalorizaron un 7,46% en casi cuatro meses y las de Hershey's tan solo aumentaron un 0,12%. Por su parte, los títulos de Nestlé acumulan un descenso del 4,54%.
Largo alcance
Las perspectivas no son halagüeñas, según el análisis de los expertos, que ya han advertido sobre un posible encarecimiento aún mayor, en el caso de prolongarse la carestía de la materia prima debido a las enfermedades del cacaotero o las inclemencias del tiempo, y agudizada además por los altos precios del azúcar.
De acuerdo con las previsiones de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), este año además las cosechas a nivel mundial podrían ser hasta el 11% menores, generando un déficit récord de esta materia prima que alcanzaría las 400.000 toneladas, debido a factores como el cambio climático, la escasez de lluvias -y la proliferación de plagas que tiene asociada- o el fenómeno de El Niño, que afectan especialmente a África Occidental, donde se encuentra Ghana y también Costa de Marfil, países productores de, aproximadamente, el 60% del cacao mundial.
La búsqueda de alternativas por parte de todos los actores de la cadena de valor ya es una realidad. Así, mientras Guan Chong, uno de los mayores procesadores de cacao del mundo, ha señalado que está explorando nuevas vías para el suministro en países como Ecuador, Perú e Indonesia, algunos fabricantes de chocolate ya valoran como opciones utilizar menos cantidad de cacao en sus productos (Mars ha eliminado 10 gramos de chocolate a algunas de sus barritas), reducir el tamaño de sus envases o fomentar el uso de otros ingredientes ‘alternativos’ (Hershey's, Nestlé y M&Ms han optado por el caramelo o la mantequilla de cacahuete).
Según el último análisis de Euromonitor International, el 40% de las barritas de chocolate están rellenas de caramelo o frutas como manera de compensar los mayores costes.
