"¿Nuestro final como huerta de Europa? Mira el origen en la etiqueta", el consejo de José Armando Tellado (Capsa)
El CEO de Capsa Food y vicepresidente de Fiab analiza las repercusiones de la importación masiva de frutas y verduras en el campo español.
Más de la mitad de las compras de alimentos a países terceros proceden de fuera de la UE y las importaciones pueden suponer el 40% del consumo nacional, según una información publicada por El Economista de la que se ha hecho eco en su perfil de Linkedin José Armando Tellado, CEO de Capsa Food (Central Lechera Asturiana) y vicepresidente de Fiab, subrayando al respecto que "las consecuencias sobre el campo español son claras y evidentes".
En opinión de Tellado, "urge revisar el marco de competencia global para no perjudicar la competitividad nacional frente a las importaciones de países terceros con reglas más laxas en lo social y ambiental". Y añade que "es necesario la consideración de ‘cláusulas espejo’ para fomentar una competencia leal, que no perjudique a la producción local".
Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aludidos en la información, durante la última década el volumen de productos agroalimentarios de fuera de la UE que han llegado al mercado español ha crecido el 69,7%: si en 2013 la entrada de alimentos de países terceros se situó en 17,58 millones de toneladas, la cifra alcanzó los 29,86 millones en 2023, es decir, 12,27 de toneladas millones más.
Por otro lado, si en 2013 las compras españolas de productos de países terceros representaban el 53,9% de las importaciones totales, este porcentaje se elevó en 2023 al 55,3%. Es decir, más de la mitad de los productos que compramos proceden ya de fuera de la Unión Europea, siendo Brasil, Ucrania, Marruecos y Estados Unidos los mayores proveedores de productos agroalimentarios a nuestro país.
Repercusión directa
La repercusión de estas cifras sobre los cultivos españoles es directa. Hace apenas unos días, conocíamos también las críticas de Asaja Cádiz ante la ingente entrada de naranja de Egipto a España, hasta el punto de tener "saturado" el mercado y provocar el desplome de los precios para los agricultores andaluces. Así, "si al inicio de la campaña el kilo de naranja se pagaba a 40 céntimos el kilo, hace escasos días el precio se ha modificado por contrato y rebajado hasta los 22 céntimos", denunciaban fuentes de la asociación agroganadera.
Pocos sectores están sufriendo la invasión de productos con tanta virulencia como el hortofrutícola, uno de los principales motores de la producción agroalimentaria de nuestro país. En su reflexión, José Armando Tellado añade otro apunte: "Tampoco parece compatible una mayor exigencia en el campo de la sostenibilidad con el incremento desaforado de importaciones de países lejanos".
"Se habla mucho de cuidar el medio ambiente, de respetar al trabajador, pero aquí cuesta dos mil y pico euros mantener a un trabajador y en estos países, desde donde traen las mandarinas más baratas, cobran 150 euros al mes. ¿Cómo se puede competir contra ellos?", se preguntaba un agricultor valenciano en el vídeo publicado el pasado 27 de febrero en Food Retail & Service, alertando precisamente de la llegada de frutas más baratas de Egipto con menos exigencias laborales y medioambientales.
Desde Asaja tildan de "escandaloso" lo que está pasando y, entre sus múltiples reivindicaciones, han solicitado que las administraciones garanticen que la naranja egipcia cumple con los estándares que se exigen a la naranja española: las conocidas como 'cláusulas espejo' a las que hacía alusión José Armando Tellado en su exposición. El CEO de Capsa Food concluye que, "por todo ello, y mientras en Bruselas revisan la regulación, #MiraElOrigenEnLaEtiqueta".
Giro de 360 grados
La gravedad de la situación por la que están atravesando los agricultores de cítricos es tal que, según ha dado a conocer este lunes, 18 de marzo, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía en un comunicado, la campaña "ha dado un giro de 360 grados en su segunda parte", tras un comienzo con precios "bastante razonables" ante una estimación de producción corta. Sin embargo, una vez superado el ecuador y, "pese a confirmarse que el volumen de naranjas es más bien escaso, los precios han caído en picado", aseguran.
Una situación que la federación regional va a evidenciar en la próxima Mesa de los Cítricos de Andalucía, convocada para la próxima semana. En palabras del presidente del grupo de trabajo de cítricos, Francisco J. Bernal, tras esta situación hay "múltiples factores". El representante sectorial ha criticado que, solo en el último año, han entrado en el mercado europeo "40 millones más de kilos de naranjas procedentes de terceros países", según datos del Ministerio de Agricultura recogidos por la entidad. Se trata de producciones que "vienen a competir con las nuestras, pese a que llegan con una calidad pésima y sin garantías de seguridad alimentaria".
De hecho, muchas de estas producciones "levantan alertas sanitarias", ya que los agricultores extracomunitarios "no están obligados a cumplir las exigentes normativas -en materia agraria, ambiental y laboral- que sí cumplimos los productores europeos", ha enfatizado Francisco J. Bernal.
Otras variables
En este contexto, también influye "gravemente", a su juicio, el conflicto bélico y el bloqueo del Canal de Suez. Esta situación impide el acceso de llegada de naranjas extracomunitarias al continente asiático, por lo que esta producción "se está derivando a Europa, provocando una competencia más feroz y colapsando el mercado". Al mismo tiempo, "nos cierra la línea de exportación de cítricos al país asiático", donde ha finalizado ya con su producción propia y es el momento en el que comienzan con las importaciones.
Ante esta tesitura, el sector también critica la postura de la industria del zumo, que está proveyéndose de grandes cantidades de naranja extracomunitaria y está "rehaciendo a la baja" los contratos con las cooperativas andaluzas pese "a tener precios firmados desde el comienzo de la campaña". Si el precio de la naranja para zumo es bajo, arrastra al precio de la naranja para fresco, advierten Cooperativas Agro-Alimentarias.
La federación regional ha exigido, una vez más, la aplicación de las cláusulas espejo y, ante el hundimiento de los precios de los cítricos, ha alertado de que esta Ley de la Cadena, tal y como está concebida, "no sirve para nada". Por todo ello, ha demandado "una nueva Ley de la Cadena realista, adaptada a las necesidades del sector, así como garantizar un riguroso control en los puertos, para que se cumplan los contingentes y se refuercen los análisis que impidan que lleguen productos que sean un riesgo para nuestra salud o para nuestros cultivos, al importar plagas", ha concluido el representante sectorial.
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