Campofrío resurge de sus cenizas dos años después

Dos años después del incendio que asoló la fábrica de Campofrío en Burgos, el 16 de noviembre de 2014, las nuevas instalaciones resurgen después de un trabajo “duro y a contracorriente” para cumplir el “sueño” de ver otra vez en pie la emblemática fábrica de la compañía.

Así lo explica en su página web la empresa, que ya ha puesto en marcha la Nueva Bureba con un total de 318 trabajadores prestando servicio en pruebas. El resto, hasta los 623 de la antigua Campofrío, los que quedan después de bajas y jubilaciones de los dos últimos años, se irán incorporando progresivamente, "pero todos están ya contratados y a disposición de la compañía", ha precisado el secretario del comité de empresa europeo de Campofrío, Pablo Dionisio Fraile.

“Estas reincorporaciones suponen el reinicio de nuestra actividad en Burgos para convertirnos de nuevo en uno de los motores económicos de la región”, apunta por su parte la empresa, que desea transmitir a sus empleados "la ilusión por un nuevo futuro".

Para agradecer a toda la plantilla su compromiso y lealtad durante este tiempo, la compañía ha estrenado en primicia una emotiva película sobre la historia de la Nueva Bureba tras el incendio, un acto que ha contado con la presencia de la cúpula de Campofrío. El documental recoge imágenes inéditas e historias reales de todos los protagonistas que han vivido de cerca este episodio.

En él, los trabajadores recuerdan emocionados cómo vivieron aquellos momentos y todo el proceso posterior: “Lo perdimos todo un día y lo estamos viendo crecer poco a poco”, “hemos estado todos unidos”, “de uno de los peores días de nuestra vida hemos pasado a que sea el más feliz, cuando volvemos a trabajar en Campofrío”.

DOS AÑOS Y UN OBJETIVO

Desde el día del incendio, la dirección de Campofrío y los trabajadores han ido hilando el objetivo último: levantar una nueva fábrica. Ya en marzo de 2015, cinco meses después, presentaba el proyecto de sus nuevas instalaciones, en la que tenía previsto invertir 225 millones de euros, según anunciaba el presidente del Consejo de Administración de la cárnica, Pedro Ballve, en septiembre de ese mismo año durante el acto de colocación de la primera piedra de la nueva planta.

En marzo de 2016, la compañía informaba de que en septiembre tenía previsto iniciar la fase piloto en el edificio principal de La Bureba, tras instalar toda la maquinaria de proceso en el mes de agosto. El objetivo era llegar a noviembre e iniciar la fabricación de productos para su comercialización.

Como colofón a todo este tiempo, el pasado mes de octubre, la compañía firmaba con los representantes sindicales de los trabajadores el acuerdo para facilitar el progresivo incremento de la producción desde el 16 de noviembre de este año. Y llegados hasta aquí, la actividad de la nueva planta está en marcha y la Navidad se presenta ya con otra cara para todas las familias y afectados por esta tragedia que ha tenido, afortunadamente, un final feliz.