El director de Vicente Peris SA se convierte en el máximo accionista

El actual director general de la empresa agroalimentaria Vicente Peris S.A., Alberto Montaña Peris, ha pasado a ser el máximo accionista de la firma con un 66,6% tras la compra de las participaciones de Joaquín Peris Tatay.

El 33,3% restante lo mantiene su padre, Alberto Montaña Capilla, que hasta el cambio accionarial el pasado 21 de diciembre era el tercer accionista de la compañía, según informa la empresa en un comunicado.

Vicente Peris S.A. asegura que la nueva estructura posibilitará una toma más fluida de decisiones, en la línea que se ha venido marcando desde la dirección en los últimos años.

Desde la dirección general se valora la labor profesional desarrollada durante más de 35 años por Joaquín Peris Tatay, quien en la última etapa estaba al frente del área de producción y de personal en la planta que la empresa tiene en Foios (Valencia). Esta división se dedica a la gestión y comercialización de melón, sandía, calabaza, apio blanco y cebolla tierna.

Alberto Montaña Peris es la tercera generación al frente de la empresa familiar. Desde el año 2018 ocupa la dirección general tras relevar a su madre, Rosa Peris, que se encargó de la gerencia de la empresa durante 30 años.

Montaña, formado en administración y dirección de empresas, fue el impulsor de la división de IV gama, que pusieron en marcha en el año 2014, y que a día de hoy supone el 40% de la facturación de la empresa.

Vicente Peris S.A. es una empresa familiar valenciana fundada en 1947 por Vicente Peris, cuya actividad se inició ligada a la producción y comercialización de melones. Algunas de sus marcas más destacadas y más antiguas son 18 Quilates y Vicentín, asociadas a melones gran selección.

Con el desarrollo y crecimiento de la empresa, fueron ampliando el catálogo de productos y, actualmente, también se dedican a la producción y comercialización de sandía, calabaza, cebolla tierna, apio blanco y garrofón valenciano.

El cuidado de los cultivos, la apuesta por la sostenibilidad y una elevada exigencia sobre la calidad de sus productos son los rasgos característicos de la empresa desde su origen y hasta el día de hoy, según indican.