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Cómo comer para ganar 'minutos saludables' en nuestra vida

Un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.) revela que con sólo algunos pequeños cambios en nuestra dieta se gana en salud y sostenibilidad. Te lo contamos.

Food Lovers Club

20 de agosto 2021 - 16:27

Cómo comer para ganar 'minutos saludables' en nuestra vida
Cómo comer para ganar 'minutos saludables' en nuestra vida / Archivo

Todos sabemos la importancia de llevar una dieta equilibrada y saludable. Y es que un estilo de vida o otro puede determinar la diferencia entre ganar o perder 'minutos de salud'. Por ejemplo, comer un perrito caliente podría costarnos 36 minutos de vida saludable, mientras que elegir una ración de frutos secos en su lugar podría ayudarnos a ganar 26 minutos más.

Esto es lo que revela un estudio realizado por la Universidad de Michigan (Estados Unidos) que ha publicado la revista Nature Food y recoge Europa Press, en el que evaluó más de 5.800 alimentos, clasificándolos según su carga nutricional de enfermedades para el ser humano y su impacto en el medio ambiente.

Se descubrió que la sustitución del 10% de la ingesta calórica diaria de carne de vacuno y carnes procesadas por una mezcla de frutas, verduras, frutos secos, legumbres y mariscos selectos podría reducir la huella de carbono de la dieta en un tercio y permitir a las personas ganar 48 minutos saludables al día.

"Por lo general, las recomendaciones dietéticas carecen de una dirección específica y procesable para motivar a la gente a cambiar su comportamiento"

"Por lo general, las recomendaciones dietéticas carecen de una dirección específica y procesable para motivar a la gente a cambiar su comportamiento, y rara vez las recomendaciones dietéticas abordan los impactos ambientales", explica la responsable del estudio, Katerina Stylianou.

UN NUEVO ÍNDICE NUTRICIONAL

Este trabajo se basa en un nuevo índice nutricional basado en la epidemiología, el Índice Nutricional de Salud (HENI), que calcula la carga neta beneficiosa o perjudicial para la salud en minutos de vida saludable asociada a una ración de alimentos consumidos.

El índice es una adaptación de la Carga Global de la Enfermedad (GBD), en la que la mortalidad y la morbilidad por enfermedad se asocian a una única elección de alimentos de un individuo. Para el HENI, los investigadores utilizaron 15 factores de riesgo alimentario y estimaciones de la carga de enfermedad de la GBD y los combinaron con los perfiles nutricionales de los alimentos consumidos en Estados Unidos, a partir de la base de datos 'What We Eat in America' de la National Health and Nutrition Examination Survey. Los alimentos con puntuaciones positivas añaden minutos de vida saludables, mientras que los alimentos con puntuaciones negativas se asocian a resultados sanitarios que pueden ser perjudiciales para la salud humana.

Para evaluar el impacto medioambiental de los alimentos, los investigadores utilizaron IMPACT World+, un método para evaluar el impacto del ciclo de vida de los alimentos (producción, procesamiento, fabricación, preparación/cocina, consumo, residuos), y añadieron evaluaciones mejoradas para el uso del agua y los daños a la salud humana por la formación de partículas finas. Desarrollaron puntuaciones para 18 indicadores medioambientales teniendo en cuenta las recetas detalladas de los alimentos, así como los residuos alimentarios previstos.

UN SEMÁFORO NUTRICIONAL

Por último, los investigadores clasificaron los alimentos en tres zonas de color: verde, amarillo y rojo, en función de sus prestaciones nutricionales y medioambientales combinadas, de forma similar a un semáforo.

La zona verde representa los alimentos que se recomienda aumentar en la dieta y contiene alimentos que son beneficiosos desde el punto de vista nutricional y tienen un bajo impacto medioambiental. En esta zona predominan los frutos secos, las frutas, las verduras cultivadas en el campo, las legumbres, los cereales integrales y algunos mariscos.

La zona roja incluye alimentos que tienen un impacto nutricional o medioambiental considerable y que deberían reducirse o evitarse en la dieta. Los impactos nutricionales fueron principalmente impulsados por las carnes procesadas, y los impactos climáticos y la mayoría de los otros impactos ambientales fueron impulsados por la carne de vacuno y de cerdo, el cordero y las carnes procesadas.

Los investigadores señalan que los alimentos nutricionalmente beneficiosos no siempre generan los menores impactos ambientales y viceversa

Pero, ojo, los investigadores reconocen que el rango de todos los indicadores varía sustancialmente y también señalan que los alimentos nutricionalmente beneficiosos no siempre generan los menores impactos ambientales y viceversa.

"Los estudios anteriores han reducido a menudo sus conclusiones a un debate sobre los alimentos de origen vegetal frente a los de origen animal. Aunque descubrimos que los alimentos de origen vegetal suelen tener mejores resultados, hay variaciones considerables tanto en los alimentos de origen vegetal como en los de origen animal", detalla Stylianou.

Por todo ello, basándose en sus conclusiones, los investigadores sugieren disminuir los alimentos con los impactos más negativos para la salud y el medioambiente, como la carne altamente procesada, la carne de vacuno y las gambas, seguidos de la carne de cerdo, el cordero y las verduras de invernadero. Es preciso aumentar los alimentos más beneficiosos desde el punto de vista nutricional, como las frutas y verduras cultivadas en el campo, las legumbres, los frutos secos y el marisco de bajo impacto ambiental.

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