Las visitas a bares y restaurantes crecerán un 0,4% en 2025 después de haberse contraído dos décimas en el último año.

Así lo ha adelantado Edurne Uranga, vicepresidenta de Foodservice Europa en Circana, que ha presentado las últimas previsiones de la consultora en la feria HIP 2025 celebrada en Madrid.

El pasado año, los españoles gastaron 42.517 millones de euros en restauración, el 2,1% más que en 2023, pero esto se debió al efecto de la inflación. En realidad, las visitas a bares y restaurantes cayeron (-0,2%) a causa de la pérdida de poder adquisitivo.

La alegría regresa a los hogares españoles en el presente curso en forma de más gasto fuera del hogar, lo que apunta a una relativa recuperación de los bolsillos después de varios años de inflación.

No obstante, el crecimiento será menor que el de algunos de nuestros vecinos europeos: en Francia, las visitas subirán el 0,5%; en Italia, el 1,6%; y en Alemania y Reino Unido, el 2%.

"Dado que el mercado apenas crece, la competencia se va a incrementar y, en este contexto, será clave saber con quién compito", recomienda Uranga.

La reducción del teletrabajo y la vuelta de miles de empleados a las oficinas —una tendencia que se ha iniciado en Estados Unidos y que ya está llegando a nuestro país— tendrá un impacto fundamental en el crecimiento de la restauración en 2025, prevé la analista de Circana.

FRS.

Entre las posibles dificultades, además de la incertidumbre geopolítica y el deterioro de la economía, cabe citar un IPC de restauración que se sitúa cerca del 4,3%, "más del doble que en el retail, algo que muy pocas veces se ha visto".

En caso de repuntes, los consumidores podrían pensárselo dos veces antes de salir fuera de casa a cenar.