Amazon patina con Alexa: los consumidores no se fían
Aunque este asistente virtual llegó al punto de recibir 1.000 interacciones a la semana, la mayoría de ellas tienen que ver con cuestiones como qué tiempo va a hacer, por lo que no son demasiado monetizables.
No cabe duda de que la Inteligencia Artificial se está haciendo hueco en el sector retail, pero no es oro todo lo que reluce, y nunca mejor dicho. Como os informábamos hace unos días, Amazon está reestructurando sus equipos, con despidos de hasta 10.000 empleados que realizan trabajos corporativos y tecnológicos, según fuentes consultadas por The New York Times. Pues bien, los recortes se centran en la organización de dispositivos del gigante del ecommerce, incluido el asistente de voz Alexa.
A este respecto, Business Insider adelanta que la división creada para el asistente de voz de Amazon es un rotundo fracaso. Y no por una cuestión relacionada con las ventas de esta tecnología, que históricamente siempre ha sido uno de los más adquiridos por los consumidores, sino que no ha cumplido con las expectativas que se habían puesto sobre ella. Es decir, que estos últimos comprasen en el marketplace a través de Alexa.
Según el citado medio estadounidense, esta crisis no es nueva, pero fue a partir de 2019 cuando la situación empeoró y se dejó de contratar a más personal implicado en el mantenimiento de este asistente virtual.
'ESCUCHAS' AL CONSUMIDOR
Asimismo, recuerda que cuando Alexa se lanzó en 2014, Amazon se propuso vender directamente el asistente de voz. En principio, esto no debía suceder necesariamente a través de la compra de los dispositivos Echo que cuentan con Alexa como asistente incorporado.
Pero cuatro años después de su lanzamiento, los clientes se quejaron de que el dispositivo enviaba grabaciones a las personas equivocadas al tiempo que salían a la luz informaciones sobre trabajadores de Amazon que escuchaban lo que la gente le decía a Alexa en sus dispositivos.
Aunque Alexa llegó al punto de recibir 1.000 interacciones a la semana, la mayoría de ellas tienen que ver con cuestiones como qué tiempo va a hacer, por lo que no son demasiado monetizables.
La estela de esta tecnología no se quedó en el campo de actuación de Amazon. De hecho la siguieron otras tecnológicas como Google, con su Google Assitant alojado en un Google Home; Apple con Siri en los HomePod o los iPhone; Microsoft con Cortana; o Telefónica con Aura. Pero, ninguna de ellas se ha llevado de calle al consumidor.
TENDENCIAS DE CONSUMO
A todo ello hay que sumar que si bien la pandemia de coronavirus impulsó el comercio online, una vez que se han relajado las medidas adoptadas por los Gobiernos, los consumidores están volviendo progresivamente al canal físico para realizar sus compras.
A este respecto, cabe poner de ejemplo los resultados de un estudio de opinión realizado recientemente por la consultora Exprimenet según el cual el 73% de los españoles tiene pensado realizar sus compras del próximo Black Friday en tiendas físicas, aunque el 60% de ellos investigará primero por Internet. Las tiendas físicas competirán así con su entorno local y, además, con el digital.
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