Coronavirus: colas y desabastecimiento en los supermercados de Nueva York
La aparacición de los primeros casos confirmados en este Estado y el miedo al contagio han lanzado en masa a los ciudadanos a supermercados como Costco para hacer acopio de alimentos y artículos básicos.
La psicosis que ha desatado el contagio por coronavirus ha llegado también a Nueva York. Tras confirmarse el primer caso en este Estado de una mujer, residente en Manhattan, que viajó recientemente a Irán y que actualmente está aislada en su domicilio, los ciudadanos se han lanzado en masa a los supermercados para hacer acopio de alimentos.
En la mayoría de los países, las autoridades llaman a la calma a la población al tiempo que van tomando medidas en función de la evolución de la epidemia. En Nueva York, donde se estudian otros dos casos, el gobernador Andrew Cuomo ha hecho exactamente lo mismo: "No hay razón para una ansiedad indebida: el riesgo general sigue siendo bajo en Nueva York. Estamos manejando con diligencia esta situación y seguiremos facilitando información a medida que esté disponible", ha insistido.
El caso es que los habitantes de Nueva York no se lo han pensado dos veces y han formado larguísimas colas a la entrada de grandes cadenas, como Costco en Broklyn, para llenar sus carritos de la compra de alimentos básicos y de primera necesidad.
En las redes sociales ya se pueden ver ejemplos de ello, como os mostramos aquí, y también se han publicado imágenes de lineales vacíos en supermercados en otras partes de Nueva York.
Como vemos, vuelve a producirse una situación parecida a la que vivimos recientemente en el norte de Italia, en la región de Lombardía, donde el pánico ante las consecuencias de esta epidemia llevó a los ciudadanos a arrasar prácticamente los supermercados en previsión de lo peor.
El caso es que estas acciones descontroladas llevan al desabastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad (como agua, pasta, galletas, papel higiénico) y pueden suponer un verdadero problema para la población.
En el caso de Nueva York, además, la compra de provisiones no sólo afecta a los supermercados sino que se ha extendido a las farmacias, donde se adquieren medicamentos, especialmente analgésicos y otros específicos para determinadas enfermedades crónicas, ante la posibilidad de tener que encerrarse varios meses en los hogares.
Lo cierto es que este miedo de la población, alentado muchas veces por bulos y especulaciones, ha llevado a los ciudadanos de Nueva York a tomar literalmente los supermercados ante posibles cuarentenas.
En España, como ya os hemos venido contando estos días, la preocupación y el miedo de la población también ha llevado a que se agoten los geles desinfectantes de manos y las mascarillas.
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