La distribución alimentaria nota ya la desaceleración
La facturación del sector en España y Portugal subió el 1,9% en 2018 frente al crecimiento del 3,2% en 2017. Las previsiones para el cierre de 2019 apuntan a un aumento inferior al 1%, según el Observatorio DBK.
Las ventas globales de hipermercados, supermercados y establecimientos cash & carry se situaron en 106.880 millones de euros en 2018, el 1,9% más que en 2017, cuando se había contabilizado un aumento del 3,2%. La facturación en España alcanzó los 90.540 millones de euros (+1,7%), mientras que en Portugal registró un mayor crecimiento (+2,9%), situándose en 16.340 millones, según datos del Observatorio DBK de Informa.
Estas cifras indican que, aunque en 2018 se prolongó la tendencia de crecimiento del volumen de negocio de la distribución alimentaria en el mercado ibérico, se registró una variación inferior en comparación con el bienio 2016-2017.
En concreto, los supermercados y autoservicios continuaron ganando cuota de mercado. Su volumen de negocio registró una variación en el conjunto de España y Portugal del 2,3%, hasta los 84.630 millones de euros. Por su parte, los ingresos agregados de los hipermercados se estancaron en 2018, cifrándose en 16.550 millones de euros, lo que motivó una reducción de su penetración en el conjunto del mercado hasta el 15,5%.
Por su parte, el buen comportamiento de la demanda en el sector de la restauración permitió un incremento moderado de los ingresos de los establecimientos cash & carry. El volumen de negocio agregado de este tipo de establecimientos alcanzó los 5.700 millones de euros, lo que supuso un aumento del 1% respecto a la cifra registrada en el año anterior.
RALENTIZACIÓN DEL GASTO
Este análisis prevé que la facturación del sector mantenga a corto plazo un crecimiento muy moderado, en un contexto de ralentización del gasto de las familias en bienes de consumo. Para el cierre de 2019 se estima un volumen de negocio en el conjunto del mercado ibérico cercano a los 107.500 millones de euros, el 0,6% más que en 2018.
En este marco, la presión sobre los precios y la rentabilidad del sector aumentará a corto plazo, pese a la tendencia al alza del consumo de algunos productos con mayores márgenes, como comidas preparadas y alimentos premium y ecológicos. La orientación de la demanda hacia compras más frecuentes y de menor importe continuará favoreciendo el crecimiento de las ventas de los supermercados de proximidad.
El aumento de las inversiones destinadas a desarrollar canales de comunicación y venta digitales y a modernizar las estructuras logísticas, así como la internacionalización de la actividad de algunas compañías, son otras tendencias destacadas en el sector.
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