Visibilidad frente a productividad, el gran debate en las pescaderías del súper
Mercadona ha encontrado un equilibrio entre ambas que comienzan a copiar otras enseñas.
La sección de pescadería de Mercadona es un buen ejemplo de cómo equilibrar la necesidad de reducir costes con la de ofrecer un producto vistoso y atractivo.
Incluso antes de los grandes cambios del último año —que han incrementado la presencia de productos envasados—, la enseña valenciana ya había adoptado soluciones eficientes y sostenibles que le ofrecían una ventaja significativa frente a sus competidores.
El montaje diario con hielo de las pescaderías, aunque tradicional y visualmente atractivo, consume mucho tiempo del personal de tienda y afecta negativamente a la productividad.
Además, explica Bruno Fernández, director comercial y experto del sector, "requiere de un esfuerzo físico importante, por lo que puede provocar lesiones y aumentar el desgaste físico, afectando a la salud y a la motivación de los empleados".
Al final del día, el hielo debe ser retirado y desechado, lo que se traduce en un consumo elevado de agua y energía.
Para evitar todos estos inconvenientes, Mercadona utiliza desde hace años cajas plásticas de color azul y verde, "algunas de las cuales llegan con el producto listo para ser expuesto", señala Fernández.
Esto le permite reducir tiempos en el montaje diario, disminuir el riesgo de lesiones y garantizar que el tiempo de los trabajadores se dedica a tareas de más valor añadido, como atender a los clientes.
En una sección afectada por la drástica caída en el consumo de pescado, toda iniciativa que incremente la productividad es crucial.
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