Bruselas recibe un tirón de orejas a cuenta del desperdicio de alimentos

La Comisión Europea ha recibido un varapalo del Tribunal de Cuentas (TC) de la Unión Europea (UE), que ha acusado a ese organismo de no ser eficiente en la lucha contra el desperdicio de alimentos, que representa 88 millones de toneladas de comida al año en el conjunto de la UE. Asimismo, recuerda que las acciones a poner en práctica al respecto no precisan nuevas iniciativas legislativas o financiación pública, sino "mejor coordinación interna".

Así lo ha manifestado Bettina Jakobsen, responsable de un informe de los auditores europeos sobre este problema, quien ha calificado además las iniciativas que se han tomado de "fragmentadas e intermitentes".

La miembro del Tribunal de Cuentas se ha referido también a la ausencia de una definición y de un punto de partida comunes desde el que diseñar objetivos, lo que, a su juicio, "ha frenado los progresos en esta área". Jakobsen se hizo eco de las estimaciones actuales que indican que alrededor de un tercio de la comida producida para consumo humano se desperdicia o se pierde.

El TC recomienda así en su informe impulsar la donación de alimentos que estén disponibles para su consumo y elaborar un plan de acción para fortalecer mejor una estrategia europea que ayude a combatir este desperdicio.

Por su parte, Bruselas ha reaccionado a estas críticas asegurando que está "totalmente comprometida" en la lucha contra este problema y ha recordado que su objetivo es reducir a la mitad la pérdida de comida en 2030.

Enrico Brivio, portavoz de Medio Ambiente del Ejecutivo comunitario, ha matizado que numerosas observaciones de los auditores europeos ya han sido abordadas por iniciativas que están en marcha. "El paquete de economía circular adoptado en 2015 confirmó de nuevo el compromiso de Bruselas y estableció un plan de acción", ha asegurado.