El mundo sin alcohol, impulsado por la búsqueda de hábitos más saludables, ha venido para quedarse y es una tendencia que seguirá creciendo en los próximos años: "Está estudiado que la gente, sobre todo la llamada generación millennial, cada vez bebe menos y de más calidad, de modo que si no trabajas la carta de cócteles sin alcohol tu negocio va a perder mucho dinero". Así lo afirmó Yerai Monforte, fundador y bartender de Bad y Love Company Madrid, durante su participación en el debate sobre este segmento de bebidas celebrado en el marco de HIP 2025, acompañado de Lucía Grávalos, chef y propietaria de Desborre, y Jhonnatan Mejías, director de JMCocktails.
Lo que parecen dejar claro las estadísticas es que "todos buscamos ser más saludables y longevos", según afirmó a modo de introducción Cristina García, directora de Foodservice y Restauración de Kantar Worldpanel y moderadora del encuentro. Una corriente al alza que ha hecho elevar del 10% al 25% el consumo de las bebidas sin alcohol y que en los últimos años ha alentado el surgimiento de negocios como Desborre, especializado en bebidas naturales probióticas y prebióticas, que además promulga el residuo cero al realizar sus cócteles a partir de la fermentación de residuos orgánicos: "Esto nos da un mayor margen de beneficio, a la vez que nos permite ofrecer una oferta muy saludable, que estamos maridando con platos concretos y que está encajando muy bien", señaló Grávalos.
Propuestas de valor diferenciales
En respuesta a esta pujante apuesta por la calidad de vida y el crecimiento del consumo de las propuestas sin alcohol, todos los participantes estuvieron de acuerdo en subrayar que la clave para maximizar la rentabilidad en bares y restaurantes está en construir propuestas de valor diferenciales que sean capaces de ofrecer una oferta ajustada a lo que están demandando en estos momentos los consumidores. "Pero yendo siempre un paso más allá, edificando el trabajo, elevando estas bebidas sin alcohol y demostrando que no tienen por qué ser un mero jugo", apuntó el director de JMCocktails.
Para el fundador de Bad y Love Company Madrid, "no se puede dejar de lado la realidad; las tendencias cambian y es preciso adaptarse a ellas". En el caso de su establecimiento, en el que el 90% de las ventas procede de cócteles de autor, la fórmula de éxito por la que se ha optado para abrazar las nuevas tendencias de demanda sin perder rentabilidad es bajar el nivel medio de alcohol de sus bebidas, "y así nuestro cliente, en vez de tomarse una, se tomas dos". En todo caso, lo más importante según Monforte "es que quien no bebe alcohol tenga la misma experiencia que quien sí lo hace; la gente tiene que sentirse partícipe y esto pasa por cuidar desde la vajilla hasta la propia experiencia en sí misma, sin diferencias; al fin y al cabo la variación de precio entre una opción con alcohol y sin ella es de 3-4 euros".
De acuerdo con este bartender, las alternativas sin alcohol seguirán creciendo, pero con un límite: "El crecimiento se producirá hasta llegar a un punto, que no sabemos cuál será. Desde luego, no me imagino que en los próximos años una coctelería pueda llegar a tener el 50% de bebidas sin alcohol", agregó el experto.
España, en el Top 5 de la coctelería mundial
Pese al creciente peso de propuestas más saludables, los analistas señalaron que el cóctel con alcohol no va a desaparecer, porque "seguimos siendo un país muy consumidor de alcohol"; e incidieron en el elevado nivel que la coctelería ha alcanzado en España: "Tenemos el problema de pensar que lo de fuera siempre es mejor que lo nuestro, y no es así. Sin duda, España se encuentra en el Top 5, junto a EEUU, Inglaterra, México e Italia".
Un nivel de excelencia que no puede extenderse aún para el caso de las propuestas sin alcohol, "donde los países asiáticos sí que nos llevan gran ventaja porque la tendencia allí es mucho más fuerte y está más consolidada", añadieron.
Con las gafas para 2030 puestas, los participantes del encuentro coincidieron en destacar que el sector Food & Beverage no escapará a la influencia de la IA y que los grandes cambios en el sector vendrán de su mano: "Al cliente se le harán unas preguntas y, de acuerdo con sus respuestas y/o la información que de él se tenga, la IA elaborará un cóctel específico para esa persona, ya sea con alcohol o sin él", apuntó Yerai Monforte.
En total sintonía, Lucía Grávalos afirmó que "la IA no solo va a jugar un papel muy importante, sino que lo está haciendo ya y nos va a ayudar mucho a gestionar".
Por su parte, Jhonnatan Mejías puso la nota más "humana", al asegurar que "lo que nos seguirá caracterizando y diferenciando será la hospitalidad": "Por ese lado, venga lo que venga, jamás seremos reemplazados", concluyó.