Ante la elevada inflación que padecen los consumidores españoles, muchos empezaron a sospechar de lo que compraban en el supermercado. Sin ir más lejos, una marea de personas que acudieron a comprar sus productos habituales decidió pesarlos en sus propias básculas.
La polémica se originó de la siguiente forma: usuarios, sobre todo de Mercadona, pesaron en sus propias básculas los productos que compraban y, según las fotos que colgaron en las redes sociales, tenían un peso considerablemente menor.
Lo que muestra este fenómeno en las redes sociales concierne a dos ámbitos. El primero, el de las propias redes sociales, que pueden convertir casi cualquier tema en un asunto de discusión general. El segundo habla de la atención que muestran los consumidores a la hora de comprar, más aún en un contexto como el actual.
Eso llevó a cada vez más gente a pesar esos productos, de tal manera que no solo Mercadona se vio afectada por esta tendencia, sino también otros supermercados.
Esta multitud de imágenes y opiniones no son concluyentes: unos comprobaron que, en efecto, tenían un peso menor que el que decía el envase. Otros, por su parte, advirtieron que el peso era el mismo o más.
En Food Retail & Service hemos querido hacer la prueba de primera mano con hasta una decena de productos, todos ellos de la marca propia de Mercadona, Hacendado. Y según hemos visto, lo que muestra la báscula es elocuente, si bien advertimos de que el peso que aparece en los envases hace referencia al peso neto del producto, mientras que en la báscula se ha pesado incluyendo el propio envase, lo que añadirá unos cuantos gramos más al peso final.
Asimismo, ponemos el énfasis de que se trata de una simple comprobación a nivel de usuario, al igual que la que han hecho durante estos últimos días los clientes del supermercado.