Whole Foods 500: la apuesta total por 'dar de comer' en el súper... y mucho más

Whole Foods Market, el súper de Amazon en continuo replanteamiento, ha abierto su tienda número 500 en el centro de Atlanta (EE.UU.). Una novedosa flagship en la que la experiencia de compra pasa a un segundo plano en favor de la restauración, el encuentro cliente-proveedor e incluso el ocio y el esparcimiento de los consumidores.

La tienda, de más de 20.000 metros cuadrados, tiene cuatro niveles que reflejan una clara apuesta por el modelo de 'restaurante' dentro del supermercado. Alberga cuatro restaurantes informales que se mezclan con los más de 1.500 artículos locales de 250 proveedores que ofertan sus lineales.

La cadena quiere potenciar con esta apertura la experiencia de 'comida en la tienda' con la inclusión en el interior del establecimiento de los restaurantes Canopy Court, 14th Street Bar, Capital Experience y Farm Burger, que ofrecen menús exclusivos de comida, selecciones selectas de cerveza y vino de origen local, además de una conexión Wi-Fi.

El centro de Atlanta Whole Foods también cuenta con una variedad de bares de comida preparada en frío y en caliente con platos de temporada y opciones para dietas especiales. Incluye barras de ensalada y sopas; una barra de sartén que ofrece artículos como pollo frito, alitas y pescado frito; pizza de autoservicio; sushi; asador de pollos e incluso barras de batidos y productos detox. Seguro que algunas de estas tendencias le suenan a nuestro lector.

Dentro de los lineales propios de su función como supermercado, Whole Foods ofrece frutas y verduras de temporada o un surtido de más de 100 cervezas y 1.000 vinos con gran presencia de productores locales.

Whole Foods informa de que la tienda principal también albergará eventos comunitarios culinarios, de salud y bienestar, y sociales para la comunidad, como noches de micrófono abierto para músicos y comediantes locales, eventos para conocer a fabricantes y artesanos detrás de los productos que se venden en sus lineaes e incluso un gimnasio en la azotea. Un paso más sin duda, a un supermercado 'total' en el que el consumidor no solo haga la compra, sino que coma, conozca a los proveedores e incluso se ejercite e invierta su tiempo de ocio.