Los agricultores de Castellón piden boicotear a Lidl por las clementinas
Denuncian que las vende por debajo del precio de coste. La noticia es portada de un periódico regional. La cadena no puede estar haciendo mejor publicidad.
La apuesta de Lidl por españolizar su surtido sin perder el precio como principal seña de identidad le vuelve a crear un supuesto dolor de cabeza, aunque cuesta mucho creer que no se trate de una estrategia de comunicación para atraer consumidores. Lidl lo está haciendo de manual.
Si hace poco tiempo, la cadena de distribución tuvo problemas con algunas bodegas de La Rioja o Castilla y León por los precios del vino ofrecidos en sus establecimientos, ahora son las asociaciones de agricultores de la Comunidad Valenciana las que han levantado su grito contra lo que consideran el daño que les está haciendo Lidl al vender en sus tiendas clementinas de Castellón por debajo del precio de coste. No hay mensaje publicitario más potente para un retailer alimentario en plena ofensiva geográfica y sobre todo comercial. Poco o nada queda ya del Lidl con un surtido 100% alemán 100% austero y 100% MDD, foco de atracción tan solo por el precio de los consumidores con menor poder adquisitivo. Ahora, a través de sus renovadas tiendas, el surtido y la comunicación, quiere demostrar con estas acciones "in&out" que "la calidad no es cara".
Los agricultores han contraatacado y han apelado a la “solidaridad” y la “comprensión” de la ciudadanía para que Lidl deje de vender clementinas por debajo de coste, por perjuicio para el campo castellonense, según publicaba El Periódico Mediterráneo que llevaba a su portada de la edición en papel el conflicto abierto.
El secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel, y el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, hacían este llamamiento al boicot a Lidl, en especial a la sociedad valenciana, para que “muestre su enfado o desencanto dejando de ir a comprar” a sus tiendas.
La cadena alemana, según denuncian, ya vende clementinas a 0,69 euros el kilo en sus supermercados holandeses y en breve comenzará a venderlas en España a 0,75. En ambos casos, los precios están por debajo del coste al que sale la fruta de los almacenes citrícolas, con lo que es fácil concluir que está “vendiendo a pérdidas”, afirmaba Mampel, quien confesaba que “perjudica al bolsillo del productor”.
Por todo ello, el responsable de la Unió señalaba al mencionado medio que así, “nos estamos cargando el sector en la Comunidad, que crea 100.000 puestos de trabajo”, a los que hay que sumar los autónomos y los empleos “en la industria complementaria”. También Aguado manifiestaba que campañas como esta “atentan contra nuestra economía”. “La economía es empleo y si no hay beneficios no hay ni empresas ni empleos”, concluía.
Ninguno de los dos negaba la posibilidad de volver a realizar en una campaña las protestas que en otros tiempos llevaron a cabo a las puertas de la cadena alemana, un foco habitual de sus quejas, como en 2012. Mampel no descartaba “organizar un acto” de protesta, mientras Aguado destacaba que hablará con el resto de organizaciones agrarias para valorar una posible acción conjunta.
Por otro lado, según publica también Elperiodicomediterraneo.com, Lidl podría estar vulnerando la ley al vender clementinas a pérdidas. De hecho, el portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Castellón, Juan Carlos Insa, señala a dicho medio que esta práctica “se podría denunciar si se demuestra que existe esa venta a pérdidas”.
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