Los españoles tiran mucha más comida de lo que creen
El 90% de la población cree desperdiciar "poco o nada" aunque se tiran a la basura más de 1.240 millones de kilos de comida, según el último Observatorio Nestlé. El pan, la fruta y las verduras son lo que más se desperdicia.
Casi el 90% de los consumidores cree que tira poco o nada frente al 11% que piensa que desperdicia mucho o bastante. Pero, cuando se pregunta por los alimentos que han acabado en la basura en la última semana, más de un cuarto de los españoles (el 27%) confiesa que ha tirado entre un 5% y más del 25% de la comida cocinada y alimentos crudos que tenía en casa.
Esta es una de las principales conclusiones del VI Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias que se han hecho públicos con motivo del Día de la Nutrición, que se celebrará este próximo 28 de mayo.
Este análisis, que pone el foco en el desperdicio de alimentos, confirma, eso sí, una "elevada concienciación" de los hogares en España contra el desperdicio alimentario. De hecho, 9 de cada 10 asegura sentirse mal cuando tira comida y 6 de cada 10 considera que es muy beneficioso comprometerse a reducirlo. Sin embargo, los datos revelan, como hemos visto, que los españoles no siempre son conscientes de los alimentos que llegan a desperdiciar en casa, aun estando en buenas condiciones.
ALIMENTOS MÁS DESECHADOS
Por categorías, el pan es lo que más se desperdicia, seguido de la fruta y las verduras. En concreto, los encuestados admiten tirar el 25% del pan y hasta el 20% de la fruta y verdura que compran durante la semana, lo que significa el doble de la cantidad de carne, pescado, legumbres o pasta que se tira. Por el contrario, los huevos y lácteos son los alimentos que más se aprovechan.
"Cada vez existe más conciencia social ante el desperdicio alimentario y en el estudio hasta el 39% afirma tener la intención de hacer algo al respecto en las próximas semanas, pero esta voluntad luego no se refleja en las acciones a la hora de evitar el desperdicio alimentario. Los cambios de conducta social empiezan por ser conscientes del problema pero después hace falta disponer de herramientas para aplicarlos, es decir, para pasar de la intención a la acción", explica Rafael Casas, doctor y médico experto en promoción de hábitos saludables que ha colaborado en el estudio.
"FALTAN IDEAS"
Otros datos reveladores de este informe apuntan a que el 36% de los españoles tira las sobras del plato. El 23% las desecha directamente y el 13% restante, aunque las guarda con la voluntad de reaprovecharlas a posteriori, al final también las acaba echando a la basura. Aunque muchos conservan en un primer momento las sobras, hasta el 14% confiesa que luego no sabe qué hacer con ellas.
"La nutrición entra en las casas por la cocina. Las familias no se alimentan bien si no hay fogón; es decir, si no elaboramos un plato, aunque sea una sencilla ensalada. Para ello, hacen falta ideas culinarias porque sin ellas es muy difícil lograr una alimentación equilibrada. Por eso, en Nestlé Cocina, la factoría digital de recetas de la Compañía, proponemos recetas fáciles y equilibradas con el objetivo de ayudar a las familias a reaprovechar todo lo que puedan y que hacerlo les resulte sencillo y compatible con el ritmo del día a día", señala la responsable de Nutrición de Nestlé España, Laura González.
En esta línea, 8 de cada 10 considera que aprovechar los restos de comida es compatible con comer de forma equilibrada y también la mayoría (7 de cada 10), está convencida de que sabe cómo sacar partido a las sobras. Sin embargo, en realidad, hasta el 42% reconoce que al final siempre acaba recurriendo a los fritos para convertir los restos en nuevos platos.
"Es cierto que tendemos, quizás por tradición, a reaprovechar las sobras mediante, por ejemplo, unas croquetas, pero no hemos de renunciar a sacar partido a los restos de comida de otras maneras. La clave está en combinar y jugar con los diferentes métodos de cocción. Hemos creado una colección de recetas de reaprovechamiento, que están supervisadas nutricionalmente, para hacer, por ejemplo, unas empanadillas al horno con el pollo asado que no nos hemos comido o un hummus de legumbres con los restos que nos han sobrado del cocido", concluye Laura González.
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