Cómo organizar un curso de cocina: cuida cada detalle
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Hay muchas personas que deciden apuntarse a un curso de cocina para ampliar su formación. En muchos casos, no se trata de profesionales, sino de aficionados o amantes de este mundo que quieren pasar un buen rato. Por lo tanto, si eres un cocinero profesional y quieres compartir tus conocimientos con apasionados de la gastronomía, tendrás que saber cómo hacerlo.
El mundo de la cocina está lleno de secretos y, en función de cómo preparemos un plato, el resultado puede cambiar. Además, nuestro recetario es muy amplio, porque si de una cosa podemos presumir en España es por tener los mejores productos de la huerta y del mar. Por este motivo, vamos a ofrecerte todos los detalles para organizar un curso con éxito.
Organizar un curso de cocina paso a paso
Hay grandes cocineros y chefs dispuestos a compartir sus conocimientos y técnicas sobre la cocina. Incluso, muchos de ellos son especialistas en alguna especialidad concreta; sin embargo, comunicar no es una tarea sencilla. La posibilidad de organizar un curso de cocina para tener mayor alcance es muy acertada, aunque hay que planificarse con tiempo. A continuación, vamos a proponerte algunas ideas para crear un curso monográfico atractivo que despierte el interés.
1. Enfocarse en el objetivo
Hay muchos tipos de cursos de cocina y platos sabrosos para preparar. Por este motivo, es importante enfocarse en una idea y tener claro el objetivo. Si quieres atraer clientes, por muy buen cocinero que seas, tienes que centrarte en un tipo de cocina o técnica. Piensa en qué te diferencias del resto. Esa es una manera de seleccionar en función de los criterios y captar la atención de un perfil concreto.
2. Informarse sobre la competencia
Seguramente que, en más de una ocasión, has escuchado la importancia de conocer la propuesta de la competencia en cualquier sector. Sin duda alguna, esto es muy ventajoso, porque te ayudará a diseñar un curso con más garantías. Si hay propuestas parecidas, se trata de añadir valor y mejorar tu curso.
3. Duración y lugar de las clases
Si por algo se caracteriza la sociedad actual es por tener el tiempo muy limitado. Por esta razón, hay que determinar cuál es la duración de las clases y dónde se van a impartir. Tanto si se trata de un curso que se realice en la cocina de un restaurante, en un taller u online, es importante saber si se tardará una, dos o tres horas.
4. Los utensilios de cocina
Otro aspecto importante es indicar qué tipo de utensilios o productos de cocina se van a utilizar. En el caso de que en el curso no se disponga del material, este factor es determinante para preparar el plato. En ciertos casos, hay empresas de catering o firmas comerciales dispuestas a colaborar. Por lo que se comprometen a ofrecer lo que se necesita a cambio de la promoción.
5. El precio
Ponerle un precio a tu curso dependerá de una serie de factores, como la duración de las clases y el tipo de alumno al que te dirijas, etc. Por ejemplo, una hora impartida por un profesional en Madrid está en los 21 euros aproximadamente. El objetivo es reunir el número de asientos que tengan cabida y se pueda trabajar cómodamente. Por lo tanto, valora estos aspectos y no te alejes de la media.
6. Diferenciación
Como la oferta es muy amplia y variada, la idea es apostar por un valor añadido que no tengan otros. Si se quiere captar la atención de un alumno, hay que pensar en propuestas originales. Por ejemplo, un taller personalizado para una fiesta de despedida de soltero, un seminario en horario nocturno, una cocina temática y exótica, etc. Las opciones son múltiples y esto dependerá del cocinero.
7. Degustación
Al final de la clase, algo que suele gustar mucho a la mayoría de los alumnos es dar a probar al resto su plato. Por lo tanto, no dudes en hacer una degustación puede ser de gran interés para los asistentes. Asimismo, servirá para intercambiar impresiones y mejorar las propuestas culinarias.
8. Acreditar con un título
A la hora de organizar un curso de cocina es necesario contar con una certificación nacional que acredite al profesor. En muchas ocasiones, basta con la titulación de manipulador de alimentos. Además, muchos alumnos asisten a un taller para contar con un certificado o un diploma, que puntúe en su currículum. Por este motivo, no descartes esta idea, porque será de gran utilidad para algunos de los asistentes.
9. Difusión del curso
Una vez que ya tenemos definidas todas las características de esta formación, hay que promocionarla para que llegue al mayor número de personas. Las imágenes en el mundo de la cocina despiertan mucho interés, por esta razón, te proponemos hacer buenas fotografías o vídeos para usar en las revistas especializadas, los portales online específicos y las redes sociales para atraer a estos aficionados o personas.
10. Merchandising de cocina
Para finalizar, se recomienda tener un obsequio con los alumnos interesados en esta formación. Por ejemplo, se puede regalar delantales personalizados, una bolsa de tela, una taza o cualquier utensilio, que le recuerde su paso por el curso. Esta es una de las mejores maneras de promocionar una marca y crear un recuerdo permanente en la mente de la persona.
En conclusión, si sigues estos consejos, lo más seguro es que tu curso de cocina sea todo un éxito. En cualquier caso, recuerda que tienes que ser original, diferente y transmitir tus conocimientos de forma clara y sencilla. El alumno debe sentirse cómodo en todo momento y encontrar la respuesta a cualquier duda que tenga.
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