Decálogo para la gestión responsable de personas
El último informe de Esade e ISS Iberia analiza, entre otros, los casos prácticos y la experiencia de Calidad Pascual y Henkel en España en esta materia.
La política de responsabilidad social de las compañías aumenta la motivación, la productividad y el sentimiento de pertenencia de sus equipos, refuerza la atracción y retención del talento, a la vez que mejora el clima laboral. Estas son las tres conclusiones principales del estudio La influencia de la RSE en la gestión de personas: buenas prácticas, elaborado por el Instituto de Innovación Social de Esade en colaboración con ISS Iberia.
El informe tiene como objetivo estudiar y divulgar el impacto de las estrategias de responsabilidad social de las organizaciones en su gestión de personas, propósito para el que ha analizado las medidas de conciliación y flexibilidad en Calidad Pascual, las políticas de empresa saludable de Henkel en España, la integración de personas con discapacidad en ISS Iberia o la experiencia de voluntariado corporativo de Basf.
Estos cuatro casos prácticos ponen de manifiesto que la forma en la que interaccionan ambas áreas de la organización, a través de programas de doble dimensión y con un modelo organizativo adecuado, puede facilitar a sus responsables la toma de decisiones, la generación de nuevas iniciativas y la superación de obstáculos.
"Las prácticas de responsabilidad social desempeñan un papel muy relevante y eficaz para lograr el tan deseado compromiso del empleado con la empresa por su capacidad de ofrecer un propósito, de atesorar la ética corporativa y de ofrecer un entorno laboral al cual merezca la pena pertenecer. En definitiva, la RSE garantiza una gestión responsable y efectiva de personas", asegura Ignasi Carreras, director de los programas de formación directiva para ONG del Instituto de Innovación Social de Esade y coautor del estudio.
DECÁLOGO RESPONSABLE
A modo de conclusión, los autores de esta investigación proponen un decálogo con las principales líneas de actuación para que una empresa evolucione hacia el concepto de gestión responsable de personas:
1.- Incorporar la gestión responsable de personas a la estrategia global de la empresa.
2.- Impulsar y consolidar un estilo de 'liderazgo responsable'.
3.- Saber generar y mantener viva una cultura de la responsabilidad.
4.- Articular mecanismos efectivos de escucha e implicación de los grupos de interés.
5.- Saber crear valor añadido a lo largo de toda la cadena de gestión de la empresa.
6.- Facilitar la interacción entre la RSE y la gestión de personas, y el resto de áreas.
7.- Fijar objetivos y metas, a medio y a largo plazo, acompañados de un sistema de métricas.
8.- Aprovechar las ventajas de la interacción entre la RSE y la gestión de personas.
9.- Definir una agenda de gestión responsable de personas.
10.- Integrar de la RSE y la gestión de personas en una “gestión responsable de personas”.
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