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La industria de los complementos alimenticios supera los 1.000 millones de euros en España

La regulación de los nuevos alimentos y del uso de plantas, uno de los retos del sector

La Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (Afepadi) cumple su 80º aniversario
La Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (Afepadi) cumple su 80º aniversario / Redacción FRS

El mercado de los complementos alimenticios ha experimentado durante los últimos años un crecimiento que le ha permitido posicionarse como un sector de gran relevancia en lo que a nutrición y salud se refiere. Tal y como afirma un informe publicado por DBK, esta industria superó los 1.000 millones de euros en España en los años 2020, unos datos parecidos a los provisionales en 2021. Además, según los datos recopilados por Data Bridge Market Research, registrará un crecimiento mundial del 6,95% entre el 2022 y 2029.

En este contexto se cumple el 80º aniversario de la creación de Afepadi, la Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios, fundada en 1943 con el objetivo de obtener un entorno normativo adecuado para defender los intereses comunes de la industria, mejorar la información dirigida al consumidor y actuar como interlocutor tanto con las Administraciones como con los actores que intervienen en el mercado nacional e internacional.

Con motivo de este aniversario, Afepadi ha realizado un análisis de la situación actual de los complementos alimenticios.

Los nuevos retos del sector

Los nuevos alimentos ('Novel Foods') se definen como aquellos alimentos que no se han utilizado para su consumo en la Unión Europea antes del 15 de mayo de 1997. Su normativa es un claro ejemplo de la dificultad que existe en el sector de los complementos alimenticios a la hora de apostar por el uso de nuevos ingredientes y desarrollos técnicos para adaptarse a las demandas de los consumidores. Esta regulación dificulta cualquier mejora en los procesos de los ingredientes, al limitarlos al uso de una tecnología anterior a 1997.

Por otra parte, la falta de armonización en el uso de plantas y extractos vegetales en los complementos alimenticios a nivel europeo supone otro de los problemas del sector, ya que, la utilización de una planta en complementos puede estar aceptada en un país europeo y en cambio, puede estar restringida o prohibida en otro.

Mientras que en España la cantidad de listados de plantas autorizadas para elaborar este tipo de productos es nula, países como Bélgica, Francia e Italia han sido pioneros en este tema y actualmente disponen de un mayor número de plantas a través del proyecto Belfrit (por las iniciales de estos países). Se trata de un listado (no oficial) de referencia europeo tanto de plantas autorizadas como ingredientes en complementos alimenticios que se creó ante la inactividad normativa de las instituciones europeas.

En este sentido también destaca Alemania, que utiliza su propio listado para facilitar la clasificación y la valoración de sustancias como alimento o ingrediente alimentario.

Actualmente, en nuestro país, los productos que contienen ingredientes botánicos se pueden comercializar a través del principio de reconocimiento mutuo siempre que estén legalmente comercializados en cualquier otro Estado Miembro de la Unión Europea. Por ello, la creación de un Reglamento de la UE que contemple requisitos armonizados de calidad y seguridad específicos de plantas y sus extractos supone una de las mayores necesidades de la industria en lo que al uso de plantas se refiere.

La normativa que marcó un antes y un después

En el año 2002 se publicó la Directiva (CE) 2002/46 que marcó un antes y un después en la regulación de los complementos alimenticios. Su objetivo principal fue establecer un marco básico normativo para su comercialización en la Unión Europea, así como garantizar que el consumidor tenga acceso a una información adecuada y completa para que tome decisiones debidamente.

Pese a que esta normativa ha permitido ampliar la legislación específica relativa a los complementos alimenticios, como en el caso de aditivos, los contaminantes o el etiquetado, existen otros temas que siguen sin estar armonizados en la UE como, por ejemplo, los niveles máximos de vitaminas y minerales permitidos en estos productos. No ha sido hasta veinte años después de publicarse la Directiva que la Comisión Europea ha decidido recientemente retomar este trabajo pendiente.

Por otro lado, la industria de los complementos alimenticios está experimentando un proceso de globalización creciente durante los últimos años Este hecho, sumado al auge de la compra por internet, ha promovido un mayor consumo de los complementos alimenticios. De hecho, y según un estudio publicado por 'Food Suplements Europe', 9 de cada 10 personas en Europa han consumido algún complemento alimenticio en su vida y, de este grupo, el 93% lo ha hecho en el último año.

En este contexto de globalización y de desarrollo del comercio electrónico, Óscar Fernández, presidente de Afepadi, recuerda la necesidad de que, "tanto las empresas como las asociaciones sectoriales continúen trabajando para que el consumidor tenga a su alcance productos seguros, eficaces y de calidad".

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