Hacer que la fruta sea accesible en cualquier momento y lugar es el objetivo de la prueba piloto con máquinas expendedoras puesta en marcha en Valencia por la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), en colaboración con la empresa Tareca, para estudiar la respuesta de la población más joven a una mayor accesibilidad a la fruta en este canal de venta de alimentación.

En concreto, Plátano de Canarias se ha incluido entre el surtido de máquinas de vending ubicadas en los centros IES Campanar, el Colegio Británico de Puzol y el Instituto de Montserrat, todos ellos en Valencia. Estas máquinas, además, están brandeadas con la imagen de Plátano de Canarias y de su campaña "¡Lucha contra Insanus!", protagonizada por el futbolista Pedri e impulsada hace ya dos años. 

En los últimos meses, son varias las iniciativas impulsadas desde la marca para hacer más accesible su producto, como situarlo en los lineales de caja de los supermercados. "Si queremos incrementar el consumo de fruta tenemos que incrementar los contactos con los consumidores allí donde están expuestos a la compra de alimentos", apunta Sergio Cáceres, director de Marketing y Comunicación de Plátano de Canarias. "Las máquinas de vending son un canal de expansión en el que también tenemos que contribuir para ir construyendo hábitos alimenticios saludables", añade.

Según traslada la marca, expertos, profesores, padres, madres y consumidores coinciden en la falta de accesibilidad como una de las principales barreras para el consumo de fruta, y tanto los principales usuarios de este tipo de máquinas en los centros educativos -los niños y adolescentes- como los propios centros educativos "están demostrando un alto grado de aceptación".

En este sentido, desde Plátano de Canarias subrayan "la necesidad urgente de contar con alternativas saludables en estos espacios" y, como argumento, aluden a datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), según los cuales casi el 70% de las máquinas vending en centros de educación secundaria -en cafeterías, el incumplimiento supera el 74%- incumplen los criterios nutricionales establecidos por la OMS.

El proyecto, incluido dentro del programa europeo Proper Diet, cofinanciado por la Unión Europea, trata de impulsar la presencia de fruta en máquinas expendedoras como forma de influir positivamente en los hábitos de consumo y abrir la puerta a una expansión del modelo a más ubicaciones en España. Además, su lanzamiento coincide en el tiempo con la elaboración de un decreto por parte del Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que prevé restringir la venta de bollería industrial, bebidas energéticas y bebidas azucaradas en colegios e institutos.

Hacer viable la fruta: el gran reto logístico

A pesar de sus beneficios para la salud, la fruta fresca no es un producto habitual en máquinas expendedoras por varias razones: es frágil, perecedera y requiere condiciones específicas de almacenamiento. "Mientras que los snacks ultraprocesados pueden permanecer meses en una máquina, la fruta necesita refrigeración adecuada, un envasado unitario y una rotación constante para garantizar su frescura y evitar el desperdicio”, explican.

La conservación, el envasado y la logística son los grandes obstáculos para comercializar fruta en este tipo de máquinas.

Para superar estas barreras, las máquinas instaladas en Valencia cuentan con sistemas de refrigeración que mantendrán la temperatura para el plátano, que se presentará, además, con un envasado unitario, consistente en bolsas microperforadas trasparentes y un etiquetado adicional individual para cumplir con los requisitos que exige la normativa para este tipo de venta de alimentos. "Estas dos últimas condiciones son elementos de sobrecoste que, en el caso de la fruta, vendida a granel en la mayoría de las ocasiones, podrían ser reconsiderados por la normativa con el objetivo de facilitar el acceso de estos productos a este canal de venta", apuntan de Plátano de Canarias.

"Lo que queremos ahora mismo es conocer bien y cuantificar cuáles son esas barreras para tratar de ponerles solución, aunque somos conscientes de que no es nada fácil hacer realidad el objetivo de poder ofrecer nuestra fruta de manera regular en las máquinas expendedoras de todo el país", concluye Sergio Cáceres.