El huevo no para de subir desde que comenzó el año y, de hecho, es la categoría alimentaria más inflacionista entre el 1 de enero y el 31 de marzo (+8,6%) marcado por un contexto nacional de aumento de consumo e internacional de impacto de la gripe aviar en varios países europeos y en EE.UU.
El IPC publicado este viernes confirma esa escalada que también se nota en la comparativa anual (+11,4 %) y en la mensual, porque en los últimos 30 días este producto se ha encarecido el 7,2%.
Lo cierto es que el sector español, y del resto de la Unión Europea, se enfrenta a numerosos retos que, todos en su conjunto, contribuyen a ese encarecimiento.
Por un lado, el proceso de reconversión ya iniciado por numerosas granjas para eliminar los sistemas de jaula hacia otros alternativos que requieren más espacio para menos gallinas ponedoras reduce la producción de huevo y, además, quita del mercado huevo de gallina en jaula, que es el más barato.
Por otro, el consumo nacional, al menos en hogares, está subiendo porque las familias compraron el año pasado el 3% más de producto que el año anterior que, en valores absolutos, fueron unos 13 millones de kilos más, es decir, unos 245 millones más de huevos de tamaño M.
Además y, aunque España está libre hasta ahora de focos de gripe aviar en granjas, el impacto de esta enfermedad está siendo muy relevante en Estados Unidos y en varios países europeos que ven cómo su producción de huevo cae de forma importante.
A nivel europeo, esto sitúa a España como país privilegiado a la hora de enviar huevo a esos destinos y, de cara a Estados Unidos, no se descarta que también el sector nacional comience a enviar para mitigar, en parte, la falta de abastecimiento en el país norteamericano.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha descartado que pueda darse próximamente una situación de falta de huevo, como ocurre en Estados Unidos por el impacto de la gripe aviar, y cree que el motivo de la subida del precio es multifactorial.