Consejos para congelar alimentos
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A diario congelamos alimentos en casa para consumirlos después. Comida que sobra, carnes que no queremos que se estropeen, vegetales que hemos cultivado y que guardamos con la idea de comerlos más adelante, etc., son algunas de las situaciones en las que usamos el congelador.
Para ello nada mejor que los frigoríficos combi, con el congelador separado de la parte del refrigerador y con la potencia necesaria para una congelación rápida.
Hay que congelar la comida a una temperatura muy baja
Con el fin de que la congelación sea óptima se debe hacer a temperaturas muy bajas. De hecho, los especialistas nos dicen que la idónea es 25 °C bajo cero, la cual solo alcanzan los frigoríficos de gama media y alta.
Cuando congelamos a estas temperaturas tan bajas se forman menos cristales de hielo y los que aparecen son más pequeños, afectando poco al sabor y a la textura de los alimentos.
Esto significa que si vamos a congelar comida de manera continuada, lo mejor es optar por frigoríficos más caros que serán capaces de alcanzar esas temperaturas en menos tiempo.
Debemos proteger los alimentos
No creemos que a nadie se le ocurra poner una pechuga de pollo en un cajón sin ningún tipo de protección, pero por si acaso hay que aclarar que siempre hay que proteger los alimentos con la idea de impedir que el frío los seque.
Hay muchas maneras de hacerlo y escoger una u otra suele depender del alimento. De este modo, si vamos a congelar unas lentejas elegiremos el clásico recipiente de plástico o cristal que cierra de forma hermética.
En el caso de la pechuga de pollo lo mejor es el film trasparente, al ajustarse bien a las irregularidades de estas piezas que también se pueden poner en bolsas con cierre hermético.
Sea cual sea nuestra elección, siempre hay que asegurarse de que van a soportar las bajas temperaturas, lo que es muy importante en el film.
Anotar siempre la fecha de congelación
La congelación no es para siempre y cada tipo de alimento tiene un periodo máximo para estar en nuestro congelador, un tiempo que es mayor en los frigoríficos de gama alta al congelar a una temperatura más baja.
Como orientación, la carne de pollo dura unos diez meses, mientras que la carne picada no suele pasar de los dos meses y la carne de vaca estará en buenas condiciones hasta un año.
Por eso, una buena idea es comprar un rotulador específico para el congelador y anotar en cada uno de los alimentos la fecha en la que los metimos dentro, además de poner una fecha aproximada de caducidad a partir de la cual lo mejor es tirarlos a la basura porque estarán incomibles.
No se pueden congelar los alimentos de cualquier manera. Siempre hay que seguir unas normas básicas, sabiendo que un frigorífico de una gama alta o media nos facilitará las cosas y conseguirá que los alimentos se mantengan por más tiempo y en mejor estado, con un mejor sabor y una textura similar a cuando estaban frescos.
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