Los hermanos Font, condenados a entenderse para vender Bon Preu

La Audiencia de Barcelona ha confirmado la sentencia que rechazó fijar un precio por el 50 % del grupo de supermercados Bon Preu y obligar a uno de los hermanos propietarios a comprar su parte al otro, lo que les obliga a alcanzar un pacto para seguir adelante con la operación.

La sección decimoquinta de la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso contra la sentencia que el pasado mes de noviembre dictó un juzgado mercantil de la capital catalana, aunque uno de los magistrados del tribunal ha emitido un voto particular partidario de encargar a un experto nombrado por el Registro Mercantil la valoración de la mitad de la empresa.

La sentencia es fruto de la demanda que Josep Font, copropietario del grupo de supermercados, presentó contra su hermano Joan, para venderle su parte al precio que consideraba justo -entre 497 y 520 millones de euros-, después de que ambos no alcanzaran un acuerdo sobre la valoración del grupo pese a haber encargado cuatro informes.

El juicio por la valoración de Bon Preu es el último episodio de una larga historia de desavenencias entre ambos hermanos propietarios de la empresa, fundada en 1974 en Manlleu (Barcelona).

En su sentencia, que ha avanzado este viernes La Vanguardia y que recoge EFE, la Audiencia establece que el pacto estatutario de Bon Preu "no es claro y ofrece argumentos a ambas partes para defender razonablemente sus posiciones".

El carácter "incompleto" de los estatutos de la sociedad, añade el tribunal, "determina que, ante la ausencia de una alternativa, se tenga que considerar agotado el procedimiento de separación".

La resolución de la Audiencia de Barcelona aboca a los hermanos Font a alcanzar un pacto para la venta de la mitad de la empresa, ya que de no hacerlo se exponen a años de bloqueo en sus órganos de gobierno.