Una batalla en los supermercados por el precio y por dar valor
A las cadenas de distribución no les gusta la guerra de precios, pero caen en ella. Se quiere aportar un plus diferenciador.
La batalla de los precios es una constante entre las cadenas de supermercados, acrecentada entre otras razones por la crisis, el desarrollo de la marca blanca y las propuestas discount que tuvieron gran fuerza durante muchos años, motivos sin quererlo en continua relación. A la distribución alimentaria, lo dicen sus protagonistas, no le gusta nada esta particular guerra, aunque entra en el juego debido a la gran competitividad existente entre las compañías. Parece que no queda otra. Miren en Reino Unido, con el top 4 preocupado por el auge de las alemanas Aldi y Lidl. En España la batalla también es diaria. Y el consumidor, claro, encantado por comprar a precios bajos, aunque cada vez está más dispuesto a pagar más si un producto ofrece el plus adecuado. Las cadenas lo saben y en eso están trabajando.
De esta batalla por el precio informamos casi todos los días. Hay denuncias de organizaciones agrarias contra supuestos artículos a precios muy bajos sirviendo como productos reclamo, hay alianzas entre compañías como la reciente de Eroski y Dia, hay un impulso a la innovación dentro de la marca blanca protagonizado sobre todo por Mercadona o existen promociones constantes: igual que no hay día sin fútbol, pasa que no hay jornada sin descuentos importantes en las cadenas de supermercados.
"La batalla de precios son peligrosas", ha dicho recientemente Agustín Markaide, presidente de Grupo Eroski, en un encuentro con la prensa. Coincidía con las palabras de Juan Manuel Morales, director general de Grupo IFA, quien alertaba sobre la tendencia en la distribución alimentaria de vender cada vez más barato sin una razón determinada.
En su reflexión, Markaide afirma que el precio "sigue siendo un factor de primer orden para fidelizar al consumidor" y reclama que la batalla que debe existir en la distribución alimentaria debe ser por el valor. "El consumidor está dispuesto a pagar por el valor que le dé un producto. Hay que darle valor por el precio que se pide y tenemos que conseguir que los clientes sepan ver ese valor. Obviamente, si no le aportas valor solo te queda la guerra del precio", señala.
El valor que se propone aportar Eroski, como ya ha informado GranConsumoTv, es ofrecer a sus clientes "salud y bienestar". "Nosotros queremos dar valor por la salud, ayudándoles a tener una dieta responsable. Tenemos que hacerlo bien, porque el consumidor debe entender ese valor", apunta.
Lidl, por ejemplo, habla de smart shoppers, refiriéndose al cliente sensible a la calidad, pero que busca gastarse lo justo. Mercadona, por su parte, también quiere dar una vuelta de timón en su recorrido haciendo que la calidad vaya antes que el precio. Carrefour, mientras, está trayendo a España el modelo premium a sus supermercados y acaba de estrenar en nuestro país otro concepto: el supermercado bio. Todas, además, están cuidando con todo lujo de detalles el desarrollo de sus nuevas tiendas. Ya no sirven los supermercados feos: se quiere atraer al cliente desde que entra por la puerta con espacios mucho más cuidados y acogedores.
Volviendo a las palabras de Juan Manuel Morales, el responsable de Grupo Ifa indicaba que las políticas de precios bajos "estrangulan a algunas empresas" dentro de un sector "con una rentabilidad muy ajustada". "España es uno de los países europeos más competitivos en precios y hay veces que el sector de la distribución va a un modelo low cost en una batalla que puede tener mal final", avisaba. Veremos qué ocurre... y comprobaremos quién gana la batalla.
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