El 63% de los consumidores no percibe cambios en el etiquetado de alimentos
Dos de cada diez encuestados no leen nada de la información ofrecida en los productos.
El 63% de los consumidores no ha percibido cambios en el etiquetado un año después de la aplicación del reglamento europeo sobre información alimentaria, según un estudio elaborado por Hispacoop, Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios.
Asimismo, el informe revela que dos de cada diez encuestados no leen nada de la información ofrecida en los alimentos y que casi la mitad tiene problemas con las condiciones de legibilidad de las etiquetas.
No obstante, las fechas de caducidad y de consumo preferente son consultadas por el 95% de los encuestados mientras que ocho de cada diez leen el etiquetado para ver las características de los alimentos y procuran elegir los que son bajos en sal, light, etc. Así, los que leen el etiquetado se fijan principalmente en la lista de ingredientes, seguida de las condiciones de conservación de los productos y de la información nutricional. Dentro de este último apartado, el factor más relevante es el contenido en grasas (saturadas), dato que consulta el 75% de los consumidores.
El estudio muestra que hay otros aspectos del nuevo Reglamento que no son muy conocidos como la información de alimentos no envasados que se consumen en establecimientos fuera del hogar. En concreto, casi siete de cada diez encuestados no saben que pueden acceder a la información obligatoria de todos los alimentos envasados o sin envasar.
Por otra parte, el interés por la información sobre el país de origen o lugar de procedencia del alimento es muy bajo y aumenta con la edad de los encuestados. Así, nueve de cada diez personas que se fijan en esta información escogen los alimentos producidos en su región o país.
Según el estudio, la información alimentaria es considerada bastante importante por la mayoría de las personas encuestadas (tiene más importancia entre las personas de clase social alta y media alta y hogares con alto poder adquisitivo, y menos entre los mayores de 65 años, de clase social baja y media baja y hogares con menor poder adquisitivo).
La normativa aplicable a todos los alimentos destinados al consumidor final, se basa en el Reglamento (UE) Nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre información alimentaria facilitada al consumidor, aplicable desde el 13 de diciembre de 2014, a excepción de las indicaciones relativas a la información nutricional, que serán ya obligatorias a partir del 13 de diciembre de 2016.
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