Los datos son rotundos: los supermercados, al sacrificar sus márgenes, han amortiguado la inflación
Así lo muestra un estudio presentado por Manuel Hidalgo, profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide. El incremento en el coste de los insumos, fertilizantes, carburantes y energía eléctrica, factores clave.
Los supermercados han sido objeto de numerosos ataques en los últimos meses, pero la realidad es tozuda. Así lo certifica un estudio de Manuel Hidalgo, profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide.
"Ni márgenes ni salarios han jugado un papel inflacionista en la distribución comercial. Más bien, la disminución del beneficio neto en el sector ha ayudado a contener los precios de los productos en el lineal”, ha declarado Hidalgo en el contexto de las XIV Jornadas del Sector de la Distribución Comercial (CAEA), celebrado en Sevilla.
Los precios percibidos por los agricultores y ganaderos han experimentado un aumento significativo para compensar los crecientes costes. Además, factores como la sequía y la ruptura de las cadenas de suministro debido a la guerra en Ucrania también han influido en los precios de algunos productos.
Los datos muestran que los márgenes y los salarios en el sector de la distribución comercial de gran consumo no han desempeñado un papel inflacionista. El aumento de los precios percibidos por las empresas de comercialización de bienes de gran consumo se ha debido principalmente al incremento de los costes. Los márgenes por unidad de producto en este sector han reaccionado con descensos ante el aumento previo de los costes, aunque su impacto en la reducción de la inflación ha sido mínimo debido a su escaso peso sobre el precio final medio.
A pesar de mantener o reducir los márgenes, el beneficio neto de las empresas de distribución comercial ha disminuido. Aunque en términos absolutos los beneficios podrían ser mayores debido al aumento de la facturación causado por la inflación de precios, la disminución de los márgenes ha impactado negativamente en el resultado final. Incluso algunas empresas han registrado pérdidas, lo que pone en riesgo la viabilidad del sector, que posee los márgenes netos más bajos de toda la cadena de valor del gran consumo.
El estudio destaca que el aumento de los precios en los productos de gran consumo ha sido resultado del incremento de otros precios. La disminución de los márgenes en el sector comercial ha evitado un aumento de precios aún mayor. Los costes totales en las empresas de distribución comercial se han incrementado debido a factores como los insumos, fertilizantes, carburantes y energía eléctrica. Esto ha llevado a una subida de precios en los productos finales, especialmente a partir de la segunda mitad del año 2022.
El papel de la sequía
La escasez de cosechas y el encarecimiento de los costes debido a la sequía también han contribuido al aumento de los precios de los alimentos. La caída en el rendimiento de las cosechas y la falta de precipitaciones han afectado negativamente a la producción agrícola, lo que ha presionado los precios de los alimentos. Se espera que esta escasez de producción seguirá influyendo en los precios en los próximos meses.
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