Consejos y reflexiones de tres grandes para innovar... y no morir
Mahou San Miguel, Gallina Blanca y Calidad Pascual, juntas en un debate sobre tendencias y sobre cómo gustar a los consumidores.
Nada mejor para aprender que los consejos de los que están en la cima. Se puede decir sin dudas que Mahou San Miguel, GBFoods-Gallina Blanca y Calidad Pascual son buenas referencias a tener en cuenta y que las reflexiones de sus responsables sobre innovación y tendencias en el sector del gran consumo pueden servir perfectamente en cualquier hoja de ruta de otras compañías. El Madrid Food&Drink Summit 2016, organizado por Fiab, reunió a estas tres 'grandes' en una misma mesa... y el debate, a veces con tono de cuñas publicitarias (hay que reconocerlo también), dio mucho juego.
Para Jordi Salip, Innovation & Consumer Planning Director de Mahou San Miguel, la clave y "pasión" que mueve a su empresa "es descubrir lo que los consumidores aún no conocen y no están consiguiendo disfrutar". Es, quizá, la base de la innovación que ofrecen las marcas: dar una respuesta con un producto o una experiencia que cubra una satisfacción hasta entonces desconocida. Josep Barbena, Chief Strategic Marketing Research & Innov Officer de GBFoods-Gallina Blanca, 'compró' el razonamiento de su compañero de mesa, añadiendo que el reto "es descubrir cuál será la próxima transformación en alimentación". Yatekomo, dijo, es un ejemplo de ello.
Completaba el cartel de ponentes Álvaro Bernad, director de Innovación Disruptiva y Desarrollo de Negocio en Calidad Pascual, quien comentó que a las empresas les debe mover "la inquietud": "Los que no se regeneran, se degeneran; y el secreto para rejuvenecerse es la innovación". Esa es la idea que mueve a estar tres empresas veteranas en nuestro país, pero con ganas de ser cada vez más jóvenes.
¿Está el sector de la alimentación y bebidas comprometido con la innovación? La respuesta de los tres fue clara: sí, pero cada uno explicó sus variantes. "El consumidor tiene claro que las marcas van a estar en segundo plano, pues pide que estén comprometidas con el medio ambiente", dijo el responsable de Mahou, que subrayó la idea de "innovar o morir" con esa preocupación ambiental muy presente.
Barbena resaltó la importancia de producir alimentos más sanos y de que las marcas renueven sus productos pensando en cómo mejorar la nutrición de los consumidores. También entiende que no todo es innovar, sino también saber difundir esa innovación, porque no tendría sentido si no se da a conocer a los consumidores. El representante de Calidad Pascual valoró que el sector es muy innovador, "pero tiene aún mucho por hacer". En ese sentido, pide que las empresas apuesten por invertir en buscar talento, "porque hay gente con ideas muy buenas que necesitan un empujón y una oportunidad". El proyecto Pascual Startup fue puesto de ejemplo: "las compañías tienen mucha responsabilidad en esta materia".
¿QUÉ COMEREMOS Y BEBEREMOS EN EL FUTURO?
La eterna cuestión, cada vez más presente en los debates del sector alimentario. "Habrá productos con sabores más marcados. También se tenderá a ofrecer alimentos más enfocados a momentos determinados, más saludables y más prácticos", dijo Jordi Salip, quien añadió que "ahora hay cosas que hace años no se nos pasaba por la cabeza". Josep Barbena indicó que la industria irá en dos grandes direcciones: satisfacer a un consumidor más concienciado y preocupado por su salud; y ofrecer experiencias. También destacó la importancia de que los productos se ajusten a los ritmos dinámicos de los consumidores actuales, por ejemplo alimentos cuya elaboración no lleve mucho tiempo. Por último, ve imprescindible preocuparse por la personalización de los alimentos.
Como se hablaba de futuro, o más bien presente, la aplicación de la tecnología también formó parte del debate. Aquí, "Internet lo es todo", coincidieron los tres, apuntando que la red de redes permite a las empresas un mayor control de toda su producción, ofrecer más transparencia y conocer mejor a los consumidores. Eso sí, ven la tecnología como "un facilitador, no como un objetivo". "La tecnología puede ayudar a conseguir ciertos objetivos, a estar más cerca de los clientes, a innovar y a ser rentables, pero debe formar parte de la estrategia de negocio, no ser el fin en sí mismo", dijeron. Como conclusión, algo ya casi evidente para todo el mundo: "Quien no esté en el mundo digital, en breve no estará".
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