Victoria para los fabricantes 'veganos': Europa rechaza la "censura a los lácteos vegetales"
Según ProVeg, la decisión de la UE refleja el consenso científico "cuyas recomendaciones son unánimes en cuanto a la urgente necesidad de avanzar hacia dietas basadas en plantas".
El Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea han rechazado la enmienda 171, una regulación alimentaria denunciada por casi medio millón de consumidores como un "ataque a la sostenibilidad" a través una petición iniciada por ProVeg International, informa esta entidad. A esta organización se unieron numerosas entidades con el fin de evitar la "censura a las alternativas vegetales a los lácteos".
Asimismo, asegura que la decisión de la UE refleja el consenso científico, respaldado públicamente por el IPCC, la FAO, la OMS y la Comisión EAT-Lancet, "cuyas recomendaciones son unánimes en cuanto a la urgente necesidad de avanzar hacia dietas basadas en plantas".
UNA "VICTORIA DEL SENTIDO COMÚN"
"Esta es una victoria del sentido común. Los ciudadanos, la industria y los expertos se habían pronunciado y la UE ha escuchado. Sería absurdo censurar los productos vegetales a la vez que se dice a los consumidores que elijan una alimentación más vegetal. Sería como censurar los coches eléctricos o el papel reciclado. Aplaudimos a la UE por su acierto bajo la inmensa presión de los intereses imprudentes que van contra el medio ambiente", apunta Jasmijn de Boo, vicepresidente de ProVeg International.
La entidad incide en que el Pacto Verde Europeo y su hoja de ruta para la alimentación sostenible, la estrategia 'De la Granja a la Mesa', representan las prioridades climáticas progresistas de Europa. "Sin embargo, la enmienda 171 contradecía dichos principios, desperdiciando una gran oportunidad de beneficiarse de la transformación en curso de los sistemas alimentarios", sostiene.
"Existe un gran consenso entre las autoridades de alimentación, dietética y nutrición y organismos internacionales que defiende que, tanto por salud como por el medioambiente, nuestra dieta debe incluir cada vez más productos vegetales y menos animales", ha declarado al respecto la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).
ANTECEDENTES
El Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de Ministros iniciaron el 21 de abril los trílogos, que abarcan temas de la Organización Común de Mercados de Productos Agrícolas (OCM). Las negociaciones relacionadas con la PAC y la OCM se iniciaron en noviembre de 2020, y la enmienda 171 se anunció poco después de un compromiso público de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero el 55% para 2030.
La enmienda no fue sometida al proceso normal de escrutinio público a través de una evaluación de impacto o una consulta abierta, lo que provocó la protesta de los consumidores y del sector vegetal. El reglamento solo habría afectado al sector plant-based.
La enmienda fue denunciada por 430.000 consumidores a través de una petición pública lanzada por ProVeg, Upfield y Oatly y apoyada por otras 96 organizaciones; 21 ONG, entre ellas WWF y Greenpeace, en una carta pública; representantes de la industria láctea, incluido el director general de Berglandmilch, la mayor cooperativa láctea austriaca -con más de 11.000 miembros- en una declaración a los medios de comunicación; CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios); y 34 miembros del Parlamento Europeo firmaron una carta dirigida a la Presidencia Europea y a la Comisión Europea.
Asimismo, la Asociación Europea de Consumidores (BEUC) escribió a los eurodiputados una carta para hacer campaña en contra de la enmienda el año pasado, ya que no veían ninguna justificación para introducir dicha legislación; un grupo multisectorial de 94 empresas y ONG en una carta pública; la activista medioambiental Greta Thunberg también se ha pronunciado en contra; y la Dra. Melanie Joy, cuyo vídeo pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que rechacen la enmienda 171 y pongan fin a la censura de la alimentación vegetal .
ProVeg recuerda también que de haberse aprobado la enmienda 171 se habrían prohibido formatos de envases conocidos, como un cartón de leche vegetal o un bloque de margarina vegetal; las representaciones visuales de los alimentos de origen vegetal si se puede considerar que "evocan" o "imitan" a los productos lácteos; afirmaciones con base científica que comparen los alimentos de origen vegetal con los lácteos, por ejemplo, "la mitad de emisiones de carbono que la mantequilla láctea", en todas las comunicaciones, incluidas las digitales y las redes sociales; información esencial sobre alérgenos, como "no contiene leche"; y términos descriptivos como "cremoso", "mantecoso", "utilizar como nata para cocinar" o "alternativa vegana al yogur".
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