¿Quieres saber más sobre la acrilamida en los alimentos?
Una jornada organizada por Aecosan aporta luz sobre esta sustancia y cómo garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores.
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), en colaboración con el Foro Interalimentario, ha organizado la jornada 'Con la acrilamida no desentones. Elige dorado, elige salud', que ha reunido a más de 300 asistentes entre inspectores de salud pública, empresas de la industria y distribución alimentaria, de la restauración, y asociaciones del sector y de la investigación.
Según se ha expuesto, la acrilamida es una sustancia química con una especial relevancia desde que el pasado 11 de abril entró en vigor el Reglamento (UE) 2017/2158 de la Comisión. Se crea de forma natural en los alimentos que contienen almidón durante los procesos de cocinado a altas temperaturas (fritura, cocción, asado), generalmente a más de 120ºC y con baja humedad. Desde su descubrimiento en 2002 se trabaja para reducir su presencia dados sus potenciales efectos genotóxicos y carcinógenos.
"El objetivo de esta jornada es informar de forma rigurosa sobre el nuevo Reglamento (UE) 2017/2158 de la Comisión por el que se establecen medidas de mitigación y niveles de referencia para reducir la presencia de acrilamida en los alimentos, e informar a los consumidores sobre este tema", ha explicado Marta García, directora ejecutiva de Aecosan.
"Se trata de garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores y de contribuir a la formación de los funcionarios responsables del control oficial, así como de los trabajadores de la industria alimentaria. Es un compromiso por la calidad y la seguridad alimentaria de los alimentos", ha recalcado Víctor Yuste, director general del Foro Interalimentario.
ASÍ SE IDENTIFICA
Uno de los ejemplos más claros para identificar el exceso de acrilamida es detectar el color de los alimentos fritos, tostados y empanados, como las patatas y sus derivados, las galletas, la bollería, el pan y alimentos empanados y rebozados. Se trata de no cocinarlos en exceso, de evitar que su color sea marrón. De ahí surge el lema de la campaña: 'Elige dorado, elige salud'. Cuando horneamos, tostamos o freímos en exceso estos alimentos, se producen concentraciones elevadas de acrilamida.
El primer bloque de la jornada, moderado por Victorio Teruel, subdirector general de Promoción de la Seguridad Alimentaria de Aecosan, ha estado dedicado precisamente a detallar este nuevo Reglamento y los retos que conlleva su aplicación para las empresas y los servicios de control oficial.
Frans Verstraete, de la DG SANTE de la Comisión Europea, ha señalado que el enfoque que se recoge en el Reglamento se basa en el Reglamento de Higiene Alimentaria para minimizar los riesgos, y ha destacado que su principio básico es la "imposición obligatoria de medidas de mitigación, de forma que las empresas alimentarias están obligadas a incluir estas medidas y a valorar el alcance de ellas en sus productos".
Verstraete también ha indicado que los principales productos afectados son las patatas fritas, los cereales, el café y, en gran medida, los alimentos para niños de corta edad, y ha hecho hincapié en que uno de los mayores riesgos de la acrilamida se encuentra en las cocinas de los consumidores, debido a la falta de información. "Por ello, desde la Comisión Europea vamos a iniciar campañas informativas dirigidas a los consumidores", ha avanzado.
Entre los participantes en esta jornada han estado representantes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de de la Generalitat Valenciana; el punto de vista de la industria ha contado con la presencia de Antonio Duch, vicepresidente y director de I+D de Ibersnacks, y José Antonio del Castillo, director I+D y Seguridad Alimentaria del Grupo Vips; Francisco Morales, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Montaña Cámara, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Gema Trigueros, de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
MÉTODOS SENCILLOS
El evento ha concluido con un acto de presentación de recomendaciones al consumidor, a cargo de Faustino Blanco, secretario general de Sanidad y Consumo, quien ha recordado que España, al igual que el resto de países de la Unión Europea, "mantiene unos elevados estándares de seguridad alimentaria" y "dispone de más de 6.000 empleados públicos dedicados a inspeccionar y controlar los alimentos que consumimos".
El secretario general ha resaltado también la "necesidad de buscar métodos sencillos, eficaces y prácticos que permitan disminuir la exposición a este contaminante, la acrilamida. Métodos que deben llegar a todos los sectores: los productores, las empresas transformadoras y las familias, para potenciar un consumo responsable y proteger nuestra salud", ha concluido.
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