El lujo de ser celíaco: una dieta sin gluten cuesta 900 euros más al año

La celiaquía es una enfermedad autoinmune que consiste en una intolerancia permanente al trigo, la cebada, el centeno y, aunque parece que en menor medida, parece que también a la avena. Se trata de una enfermedad que se presenta en individuos genéticamente predispuestos y se caracteriza por una inflamación en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micro nutrientes y que puede derivar en graves daños al organismo a medio y largo plazo. Más allá de la salud, podemos afirmar categóricamente que es una enfermedad que sale muy cara al consumidor.

La Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten acaba de actualizar su informe de precios en el que analizan la diferencia de precio anual que conlleva la cesta de la compra sin gluten con respecto a una con gluten.

Este año, según los resultados obtenidos en el estudio, se deduce que el seguimiento de una dieta sin gluten conlleva un gasto adicional y extraordinario en la alimentación de las personas celíacas y sensibles al gluten de 74,10 euros al mes, lo que supone 889,20 euros al año.

Este año, la brecha entre los productos con y sin gluten presenta un ligero descenso, debido a la subida de precio de los productos ordinarios, lo que ha encarecido la cesta de la compra en general.

¿POR QUÉ SON MÁS CAROS LOS ALIMENTOS SIN GLUTEN?

Desde Schär, uno de los principales productores de productos alimentarios para celíacos, explican el porqué de esta diferencia de precios. El precio de un producto depende de su oferta y demanda. El mercado de los productos para dieta sin gluten es pequeño en comparación con los productos convencionales de cereales que contienen gluten y se producen para la población en general.

Además, el precio más elevado de estos productos se debe principalmente a su compleja forma de producción. La comisión del Codex Alimentarius estableció un nuevo valor límite para los alimentos sin gluten en 2008. Así, estos productos solo pueden contener un máximo de 20 ppm (20 mg/100 kg, ppm = partes por millón). Estos valores máximos reglamentarios para el gluten exigen unas medidas de control y unas precauciones especiales sumamente estrictas para la entrega, producción y envasado de los artículos de alimentación. Sin embargo, solo esos estrictos sistemas de garantía de calidad garantizan una elevada seguridad del producto.

Las materias primas y los productos fabricados se someten constantemente a inspecciones y se analiza su contenido en gluten y en otros alérgenos. La producción de alimentos sin gluten fiables y de alta calidad está totalmente automatizada y utiliza la tecnología más avanzada, destaca el fabricante. El arroz y el maíz, que son las principales materias primas que se utilizan en los alimentos sin gluten en lugar del trigo, también son más caros que el trigo.