Belarra elige comprar en un supermercado ecológico que cuesta el triple que Mercadona

Desde el inicio de la campaña electoral, Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, ha cargado las tintas contra las grandes cadenas de supermercados, a quienes acusa de 'oligopolio' y de lucrarse con la inflación. Llegó a tildar a Juan Roig, propietario de Mercadona, de 'capo'.

Sin embargo, sus propias elecciones de compra ponen en cuestión lo que entiende por precios altos y 'desorbitados'. En una reciente entrevista con El País, Belarra admitía que, si bien compra a veces en Carrefour, procura hacerlo casi siempre en La Garbancita Ecológica de Vallecas (Madrid).

Esta cooperativa se presenta como una opción para "consumidores responsables y agricultores ecológicos" y sus precios son visiblemente más elevados que en Mercadona, la cadena a la que Belarra ha acusado públicamente de "precios especulativos" y "capitalismo despiadado".

Un análisis comparativo revela las debilidades de este argumento. En La Garbancita Ecológica, la compra de huevos, leche, aceite, arroz, pan y tomate cuesta casi 27 euros, mientras que en Mercadona los mismos productos se consiguen por un total de 9,24 euros. La diferencia es abrumadora.

En La Garbancita Ecológica, una media docena de huevos se vende por 2,60 euros y la docena por 4,80 euros, mientras que en Mercadona seis huevos cuestan 1,20 euros y 12 huevos, 2 euros. El litro de leche semidesnatada en la tienda preferida por la ministra tiene un precio de 1,80 euros, mientras que en Mercadona el precio es de 90 céntimos de euro. Dos litros de aceite de girasol en La Garbancita Ecológica cuestan 12,25 euros en comparación con los 3,70 euros que se pagarían en Mercadona por la misma cantidad. El kilogramo de arroz blanco cuesta 4,90 en La Garbancita por 1,30 euros en Mercadona. El kilo de tomates, 3,96 en la cooperativa y 2,39 en la cadena de Juan Roig; y, la barra de pan "de trigo integral y centeno", 2,44 en el primero y 1,63 en el segundo, si bien Mercadona cuenta con barra de pan blanco por sólo 48 céntimos.

Estos ejemplos ponen de manifiesto que, si bien es lógico asignar precios más altos a productos ecológicos de alto valor añadido (como es el caso de La Garbancita), no es tan sencillo sencillo mantener estos estándares y a la vez cobrar precios muy bajos al consumidor final.

Es importante destacar que esta comparativa, realizada por El Mundo y matizada por Food Retail, se basa tan solo en cinco productos básicos. En la misma, la diferencia de precio entre uno y otro llega a ser del 200%. Otras combinaciones de productos pueden dar lugar a una diferencia del 100-150% entre la cooperativa y Mercadona. En cualquier caso, estas cifras evidencian lo problemático que resultaría —en un sector donde los márgenes oscilan entre el 1 y el 3%— pagar más a los productores y cargar precios más bajos a los consumidores en un hipotético supermercado público.

La práctica de compras de Belarra, aún más que su discurso, proporciona claves reveladoras sobre el sector.