Belarra propone crear un supermercado público para luchar contra el "oligopolio" que lidera en su opinión Juan Roig

La propuesta de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha sido realizada en un acto organizado por Unidas por Extremadura. Se enmarca dentro del plan de ataque del ala de Podemos en el Gobierno contra el sector alimentario, ignorando a propósito las cifras reales relativas a la disminución de márgenes de beneficio que han sufrido los retailers a consecuencia del aumento de costes.

"Están especulando con los alimentos, algo que no se puede permitir", ha dicho Belarra sin respaldar con datos sus acusaciones. "Podemos va a defender que necesitamos más soberanía, que necesitamos una empresa pública en cada sector estratégico", ha insistido.

La ministra ha realizado estas manifestaciones durante su intervención en el acto 'Sectores estratégicos para transformar', organizado por Unidas por Extremadura, en el que han participado también el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez; la candidata de Unidas por Extremadura a la Presidencia de la Junta, Irene de Miguel, el candidato de esta formación a la Asamblea, Joaquín Macías; y la candidata a la Alcaldía de Cáceres, Consuelo López.

Ha insistido en que España necesita "una farmacéutica pública, una tecnológica pública, una empresa eléctrica pública y, sobre todo, una cadena pública de supermercados que se llame Precios Justos, que baje los precios y proteja a los pequeños productores".

Interrogantes sin despejar

Sin embargo, Belarra no ha especificado cómo se sufragaría semejante supermercado. Dado que los márgenes de las grandes cadenas de alimentación son muy reducidas, y oscilan entre el 1 y el 3%, es probable que 'Precios Justos' incurriera en precios por debajo del coste para competir con Mercadona, Carrefour y los grandes actores en un mercado ya de por sí hiper competitivo.

Tampoco ha detallado datos acerca de la inversión inicial, que habría de ser muy cuantiosa para alcanza a un porcentaje significativo de la población y tener cierta influencia en el sector.

Por otro lado, un supermercado público podría tener una influencia muy negativa en los pequeños y medianos supermercados regionales, así como en las tiendas especialistas de alimentación, erradicando la posibilidad de crear riqueza y generar puestos de trabajo.