"Damos por sentado que tendremos comida en el plato y leche en el vaso"
El sector alimentario reflexiona sobre las dificultades que sufren los supermercados británicos para proveerse de frutas y verduras
Durante la pandemia y también el año pasado, con la huelga de transporte, los consumidores españoles vieron huecos sin llenar en los estantes. El hábito ya arraigado es que no falte de nada en los supermercados, por eso llamó tanto la atención que hubiera menos productos de los que hay siempre.
Aunque aquellas imágenes eran algo anecdótico por circunstancias muy concretas, se está viendo una situación mucho más estructural que coyuntural en los supermercados británicos. Desde este medio ya hemos informado de la escasez de huevos, frutas y verduras que se observa en los lineales del Reino Unido. Frente a ese desabastecimiento, los retailers imponen limitaciones para la compra.
Las causas de la escasez en las tiendas británicas son múltiples y no afectan por igual a todas las cadenas, como señala el experto en el sector José Miguel Flavián de GM&Co a Food Retail & Service. A las coyunturales como el mal tiempo y enfermedades que han afectado a la producción y al suministro desde el norte de África y el sur de España, hay que añadir algunas más estructurales como el Brexit, que dificulta a las empresas británicas poder acceder a mano de obra suficiente para cosechar lo que plantan y enlentece el acceso al mercado británico.
Pero seguramente la causa que marca la diferencia entre el Reino Unido y otros mercados compradores de estas verduras en invierno es la apuesta que han hecho algunas cadenas por la producción que les permite ofrecer precios bajos a los consumidores. Así, estos supermercados británicos dependen mucho más de los productores del Norte de África, y al tener allí problemas, se han quedado sin alternativas de suministro.
La consecuencia es que los alimentos no llegan a los supermercados. "Los británicos ya no se quejan de los precios de frutas y hortalizas... porque no las hay", señala José Armando Tellado, CEO de Capsa Food, en una publicación.
A la causa que señala Flavián, Tellado añade la "climatología, costes energéticos, problemas regulatorios, abandonos...". En ese sentido, se pregunta si este será el final de la dieta mediterránea, ante los constantes problemas que vive el sector.
Además, lanza la siguiente reflexión: "Damos por sentado que tendremos comida en los platos y leche en los vasos, pero eso solo pasará si los ganaderos y agricultores siguen trabajando la tierra, porque se sientan reconocidos y valorados, porque perciban un precio justo, porque sus condiciones de vida merezcan la pena".
Si eso no pasa, Tellado teme que se produzcan cierres y falta de relevo. De ese modo, seguir por esa senda supone que estas situaciones se extiendan por otros países: "¿Tendremos comida?", cuestiona el CEO de Capsa Food.
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