Barcelona aprueba un plan para vigilar la actividad de los supermercados 24 horas y frenar su proliferación
Aunque el ayuntamiento ha limitado su presencia en algunas zonas de la ciudad, su expansión incluso en áreas comerciales premium es un fenómeno "preocupante" que el gobierno municipal se ha propuesto atajar.
El Ayuntamiento de Barcelona vigilará con lupa la actividad de los supermercados 24 horas para controlar que cumplen con las ordenanzas municipales y poner freno a la proliferación de este tipo de establecimientos que, en los últimos años, han "saturado" las calles de la capital catalana.
Con un apoyo unánime, la Comisión de Economía y Hacienda ha aprobado este miércoles la iniciativa presentada por Junts en el consistorio barcelonés para la puesta en marcha de un plan de seguimiento y apertura de este tipo de negocios en la ciudad con el objetivo de analizar su estado y hacer las inspecciones "pertinentes" sobre el cumplimiento de las licencias.
La concejala de Promoción Económica y Trabajo, Raquel Gil, ha admitido que hay "preocupación" por el incremento de este tipo de establecimientos que "no están integrados en la dinámica normal y habitual de los ejes comerciales de los barrios", y cuya oferta de poca calidad está dirigida principalmente "al turismo low cost".
Entre las medidas previstas en el plan aprobado figuran la elaboración de un censo y un mapa de los supermercados 24 horas que hay en cada distrito, así como promover un cambio de imagen de estos establecimientos para que se adecuen a las recomendaciones del Instituto Municipal del Paisaje Urbano.
En este sentido, durante la presentación de la propuesta de Junts, su concejal Damià Calvet criticó que la mayoría de estos supermercados tienen un impacto negativo en la imagen de la fachada del edificio donde se ubican, "lo que nos hace dudar que estén respetando la Ordenanza de usos del paisaje urbano en cuanto a los rótulos, publicidad, cierres y otros elementos. Seguro que hace falta más inspección", apuntó.
También se incrementarán las inspecciones para comprobar que disponen de la licencia de actividad pertinente y que cumplen con las normativas sanitarias, fiscales y de horarios y respetan las condiciones laborales de los trabajadores.
CASI 700 APERTURAS EN CUATRO AÑOS
Entre 2020 y 2024, se han concedido 544 licencias de autoservicio y 142 de superservicio en la ciudad, en total 686 establecimientos, según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, fuentes municipales también admiten que, además de estos supermercados convenientemente inscritos, hay comercios que no están contabilizados al operar de manera irregular, fuera de la normativa municipal.
En los últimos cinco años, el consistorio ha abierto 43 procedimientos sancionadores y 193 órdenes de adecuación y/o cesamiento de la actividad por vulneraciones de la normativa urbanística (56 de ellos en supermercados del Eixample).
Además, desde el último trimestre de 2023 hasta el momento actual se han realizado una decena de multiinspecciones en los barrios de la Barceloneta, Sagrada Família, Gòtic, Raval y el Triangle Lúdic realizadas por el Ayuntamiento, junto con Trabajo y la Agencia Tributaria.
Fruto de estas inspecciones a 79 locales, se abrieron 241 expedientes por deficiencias en la licencia de actividades, 2 por infracciones de ocupación en el espacio público, 55 por infracciones en la gestión de residuos, 62 en la normativa de salud pública, 51 por temas relacionados con hacienda y 34 por vulneraciones en la normativa de contratación de trabajadores.
MEDIDAS ANTERIORES
Los intentos por frenar la expansión de los supermercados 24 horas en Barcelona, o poner límites a su actividad, no son nuevos. Cabe recordar que, en noviembre de 2022, el ayuntamiento ya informó que los establecimientos de 10 calles de Ciutat Vella no podrían abrir entre las 22:00 horas y las 7:00 horas "con el fin de conciliar su actividad con el descanso del vecindario", al haberse detectado un exceso de ruido en estas zonas.
En el pleno del pasado mes de abril, se aprobaba la modificación del Plan Especial Urbanístico de este mismo distrito con el objetivo de restringir en zonas saturadas la apertura de este tipo de comercios. Además, se estableció que únicamente pudieran instalarse en calles de al menos 10 metros de ancho (en lugar del mínimo de 7 metros que había hasta entonces), se limitó la densidad a un máximo de 2.500 metros cuadrados y también se redujo el radio máximo para su instalación a 200 metros, con el fin de evitar igualmente la saturación en zonas específicas.
De igual modo, otro de los distritos más afectados por la expansión de este tipo de negocios, el Eixample, dispone desde el mes de febrero de un plan de usos que limita su apertura, sobre todo en Sant Antoni o los alrededores del paseo Sant Joan.
Novedades destacadas
También te puede interesar