José Juan Fornés (masymas): "Si saliera alguna oportunidad de compra en Madrid, veríamos"

Antes de inaugurar su primera tienda en 1981, José Juan Fornés, hijo de un mayorista de alimentación, trabajaba junto a su padre cargando y descargando camiones de reparto en la comarca de la Marina Alta, en el norte de Alicante.

Sin embargo, un buen día se dio cuenta de que la base de clientes que sostenía el negocio familiar comenzaba a menguar. Las tiendas de barrio cerraban por falta de relevo generacional y, al mismo tiempo, un nuevo concepto de establecimiento, más moderno y organizado, comenzaba a imponerse.

Así nació el primer supermercado de masymas, ubicado en Pedreguer (Alicante), un modesto establecimiento de 450 metros cuadrados que la familia adquirió gracias a un préstamo de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.

"Los dos primeros años se acumularon pérdidas. Los primeros cuatro años fueron difíciles, aprendimos por imitación, sobre la marcha", explica Fornés en una entrevista concedida al diario Levante.

Hoy la enseña cuenta con 118 establecimientos repartidos entre la Comunidad Valenciana y Murcia. "Empezamos con seis empleados y hoy somos algo más de 2.800", subraya con orgullo.

¿Una cuestión de tamaño?

El tamaño, si bien es importante para alcanzar economías de escala, no es una obsesión. "Nuestra máxima es crecer de manera natural y constante año tras año", señala Fornés.

La compañía proyecta que su volumen de venta siga creciendo cada año, lo que ayudará a disminuir sus costes operativos (logísticos, administrativos, etc.), pero con una elección muy cuidadosa de sus nuevas aperturas.

En los últimos dos meses, ha inaugurado supermercados de nuevo formato en dos capitales de provincia, Alicante y Castellón, pero esto no significa que la enseña aspire a incrementar su parque de tiendas.

De hecho, en el último ejercicio, disminuyó (pasó de 117 a 115), todo lo cual no ha impedido que su facturación se incrementara el 12,5%, en buena medida gracias al nuevo formato de supermercado.

Más amplios y cómodos, dotados de nuevos servicios (cocina, cafetería, mostradores, aparcamiento) y más eficientes desde el punto de vista logístico y energético, sus establecimientos de nuevo formato han permitido a masymas "facturar cerca del doble por metro cuadrado respecto a las tiendas de modelo anterior", precisaba Juan José Fornés en declaraciones a este medio el pasado mes de junio.

Mercadona, Consum, Aldi o Lidl, rivales a los que "copiar y mejorar"

Parte del éxito se encuentra en la capacidad para adoptar todo aquello que funciona de sus competidores. "La competencia nos inspira. Veo a Mercadona, Consum, Aldi o Lidl y trato de mejorar a estas firmas", reconoce Fornés. "Copiar y mejorar".

Al mismo tiempo, el directivo alicantino es consciente de lo que diferencia a su enseña. Los frescos, las secciones de carnicería y pescadería, entre otros. "No queremos inclinar la balanza hacia las bandejas porque las personas prefieren el mostrador y ser bien atendidas. Son pequeños detalles que cuidamos".

En la actualidad, el surtido de masymas consta de 9.000 referencias, de las que cerca del 30% son marca de distribuidor (MDD). La enseña está realizando grandes esfuerzos por consolidar un nuevo modelo de perfumería en sus establecimientos, incorporar más productos de cocina listos para comer y más cocinas en tiendas que carecían de ella.

Por el momento, masymas (José Juan Fornés, S.A.) circunscribe su actividad a la Comunidad Valenciana y Valencia, pero el fundador de la compañía no descarta introducirse en nuevos mercados.

"Todavía no hemos definido nuevas provincias para la expansión. Si saliera alguna oportunidad de compra en Madrid, veríamos. Sea como fuere, no tenemos centros logísticos para llegar fuera de nuestros territorios naturales", apunta Fornés. Prefiere crecer 'en mancha de aceite', como sus homólogos valencianos, Mercadona y Consum.