9 de cada 10 consumidores es ahora "más verde" en sus compras
Tres de cada cuatro compradores considera la sostenibilidad igual o más importante que el año pasado, según un estudio de Simon-Kucher & Partners.
El 89% de los consumidores ha modificado su comportamiento de compra y sus elecciones se han movido hacia productos más sostenibles en los últimos cinco años. Ningún país ha experimentado un cambio negativo en este sentido y solo uno, Alemania, se mantiene estable año tras año. Estados Unidos y Noruega han mostrado el mayor cambio positivo, 16 puntos por encima mientras que España está más concienciada que el promedio mundial y mejora dos puntos respecto al año anterior.
Así lo revela el Estudio Global de Sostenibilidad 2022, elaborado por la consultora Simon-Kucher & Partners, según el cual el 66% de los consumidores indican la sostenibilidad, en al menos una categoría, como uno de los cinco atributos de valor a considerar la compra de algún producto. Esta cifra es 16 puntos superior a la del año pasado.
Si bien la importancia de oferta de productos sostenibles varía según las industrias, las generaciones y los países, los consumidores y las marcas de todo el mundo también han tenido que luchar contra un conjunto de obstáculos durante el último año, como son las presiones inflacionarias.
A nivel mundial, el 75% de los encuestados afirma que ha cambiado sus hábitos de compra durante el año pasado, al menos de una manera moderada, para ser más sostenibles. Además, se ha observado un cambio más significativo en aquellas personas que previamente indicaron que tenían un posicionamiento negativo o neutro con respecto a la sostenibilidad. Incluso para el 40-45% que anteriormente dijo que era negativo o neutral el año pasado, ahora otorga a la sostenibilidad una prioridad más alta cuando se trata de decisiones de compra.
¿PAGAR MÁS POR LA SOSTENIBILIDAD?
Mientras la mayoría no está dispuesta a pagar más, existe un 32% de consumidores que sí abonarían un extra por productos/servicios sostenibles. Los encuestados indicaron que estaban dispuestos a pagar más por bienes y servicios sostenibles cuando se trata de bienes de consumo (37%) y servicios financieros (36%). Era menos probable que pagaran más cuando se trata de energía/servicios públicos (29%).
"A escala mundial, la priorización y el compromiso con la sostenibilidad han aumentado para los consumidores desde el año pasado, pero la disposición a pagar una comisión por ello ha disminuido dos puntos porcentuales cada año; de hecho, las industrias en las que la sostenibilidad ha sido un tema muy relevante durante un período de tiempo más largo, ahora no tienen un precio diferencial", explica Shikha Jain, autora del estudio y socia de Simon-Kucher.
"Esto indica que la sostenibilidad se está convirtiendo en lo que debe llevar el producto, es algo que los consumidores esperan que cada vez sea un hecho en lugar de una justificación para que los precios sean más altos. Por lo tanto, las empresas deben ajustar sus modelos comerciales para seguir siendo relevantes para los consumidores", añade.
BARRERAS QUE HAY QUE SUPERAR
El principal estímulo para comprar bienes y servicios sostenibles fue el sentido de responsabilidad (64%), seguido por el temor al daño medioambiental (48%) y el beneficio de las generaciones más jóvenes (44%).
Los encuestados también indicaron tres barreras a la compra sostenible: la falta de productos asequibles (33%), el acceso limitado a este tipo de bienes (25%) y la falta de claridad sobre cuándo un producto/servicio es sostenible (21%).
Asimismo, el 33% de los encuestados afirmó que era menos probable que comprara bienes y servicios sostenibles debido a la inflación y otro 33% también dijo que era más selectivo sobre qué categorías pagaría un extra por alternativas sostenibles (por ejemplo, bienes de consumo, transporte, etc.).
"Los comportamientos hacia el consumismo sostenible son una tendencia al alza año tras año, está claro que la sostenibilidad no es una moda pasajera y llegó para quedarse", apunta Andreas von der Gathen, CEO de Simon-Kucher. "Los consumidores seguirán esperando más de las empresas y aquellas que no se adapten e innoven, incluso a pesar de obstáculos como la inflación, sufrirán en lo que respecta a su rentabilidad y viabilidad a largo plazo", avanza.
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