Alimentaria 2018: espectáculo sin sombras políticas
La feria logra evitar los rifirrafes políticos en Cataluña ya vividos en el Mobile World Congress. Gran éxito de la jornada inaugural. Se espera que haya un total de 4.800 visitantes en estas cuatro jornadas.
Alimentaria tenía en la edición de este 2018 un reto diferente. O, mejor dicho, uno más dentro de su larga lista de objetivos. No solo era cuestión principal superar récords de salones anteriores; no solo era presentar las últimas innovaciones del sector agroalimentario español, ni proyectar a nivel internacional el buen estado de salud de la industria de alimentación y bebidas. Era prioridad también quitarse de encima una sombra que parecía oscurecer la feria en los meses precedentes: la crisis política en Cataluña. Y se ha superado el reto con creces.
Estaba el antecedente del World Mobile Congress, que fue un éxito, pero con una previa marcada por la polémica que se podía haber evitado. Los responsables de Alimentaria 2018 querían que los rifirrafes políticos no quitaran brillo al Salón y se ha conseguido. Todo para lograr que la feria sea la única gran protagonista. El director general del Salón, Toni Valls, y el presidente de Alimentaria y de Fira de Barcelona, José Luis Bonet, lo había dicho en repetidas ocasiones: "Es mejor que no haya distracciones ni injerencias políticas".
Sin ellas ha arrancado Alimentaria 2018 sabiendo que superará su récord de visitantes: se prevé que en estos cuatro días de feria haya un total de 4.800 (adiós al anterior registro de 4.500). Ya en la primera jornada la sensación era de éxito, con miles de profesionales invadiendo los pabellones de Fira de Barcelona y con buenas perspectivas de negocio entre todas las empresas. "No me esperaba tanta gente", reconocía a FoodRetail la responsable de una compañía española de alimentación. "Había que estar, cada año la feria se supera", señalaba otra directiva.
Las primeras reuniones de negocio no se hacían esperar y los diversos stands eran un hervidero de encuentros y de apretones de mano. "Estamos sin parar desde primera hora, está todo yendo muy bien", apunta un comercial. Otro reconocía que este lunes le había sorprendido, pues esperaba menos gente que el martes o el miércoles. La conclusión es clara: si en este primer día la afluencia de visitantes es espectacular, hay que estar preparados para lo que viene...
Porque Alimentaria, en eso coincide todo el mundo, es inabarcable. Ya seas comercial, directivo de empresa, periodista, conferenciante... es imposible poder estar en todos los puntos de interés que recoge la feria. Hasta los visitantes curiosos, más interesados en comer que en otra cosa, se vuelven locos entre los churros que prepara Idilia Foods, las golosinas de Fini o las paellas de Aneto y Gallina Blanca. Toda mezcla es posible en Alimentaria. Y aquí los showcookings son grandes estrellas del espectáculo gastronómico que se vive en todos los pabellones.
En el pabellón internacional es posible cruzar fronteras fácilmente: de Perú pasamos a Marruecos y de Marruecos a Rumanía dando solo unos pasos. Se nota que hay mucha inversión extranjera para presentarse en Alimentaria 2018, buscando el posicionamiento de los productos en España y en Europa y tratando de encontrar opciones interesantes de importación.
"Espero que estas jornadas sean productivas para todos", ha dicho a primera hora José Luis Bonet. El sector ha subrayado la importancia de la innovación para seguir creciendo y considera el Salón como su "gran escaparate" fuera de nuestras fronteras. Tomás Pascual, presidente de Fiab, ha dicho que vivimos "tiempos inciertos, cambiantes y ambiguos" y, por ello, la innovación se presenta como un elemento vital de la industria alimentaria. "Somos reconocidos y muy apreciados. España siempre se ha destacado como una potencia agroalimentaria. Tenemos todos los ingredientes necesarios para destacar como un sector referente dentro y fuera de nuestras fronteras".
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