Las papillas infantiles de Nestlé, ahora con cereales de cultivo sostenible
La materia prima utilizada proviene de más de 160 agricultores que priorizan los cultivos de cereales de secano. Los campos están situados, principalmente, en Andalucía, Castilla León y Extremadura.
Las papillas infantiles de Nestlé cuentan ya con cereales de cultivo sostenible. La compañía colabora con más de 160 agricultores locales con los que trabaja en España para fomentar este tipo de cultivo respetuoso con el medioambiente.
Los cereales que se priorizan en el cultivo para la elaboración de las papillas infantiles son de secano, como es el caso del trigo o la avena, que se caracterizan por necesitar solo agua de lluvia. Además, de esta manera se consigue un ahorro de energía, al no tener que construir un sistema de regadío para los campos.
Estos cultivos cuentan con las certificaciones de Global GAP, Farm Sustainability Assessment y de Producción Integrada que garantizan las buenas prácticas agrícolas, compatibles con la protección y la mejora del medioambiente, los recursos naturales, la diversidad genética y la conservación del suelo y del paisaje.
Además, Nestlé cultiva estos cereales en campos ubicados, principalmente, en Andalucía, Castilla y León y Extremadura, entre otras comunidades. La mayoría de ellos están situados a una distancia media de unos 50 kilómetros de los molinos en donde se transforman en harina para las papillas.
MODELO SOSTENIBLE
Estas papillas de cereales Nestlé para bebés se producen en la fábrica que la Compañía tiene en La Penilla de Cayón (Cantabria). Dicha factoría representa también un modelo de sostenibilidad.
Este centro de producción ha disminuido en más del 83% el uso de agua, en más del 16% el consumo de energía y en casi un 8% las emisiones en kilogramos de CO2 por tonelada producida en el período comprendido entre 2011 y 2020. Esta fábrica también se considera cero residuos a vertedero, al minimizar la generación de los mismos y fomentar su reutilización, reciclaje o valorización.
Además, recientemente ha iniciado la construcción en sus instalaciones de una caldera de biomasa, que se prevé que entre en funcionamiento en el primer semestre de 2022, y que generará cerca de 12.500 toneladas de vapor al año. Asimismo, toda la energía eléctrica que se compra en esta factoría proviene de fuentes renovables.
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