Michel-Édouard Leclerc, presidente de E. Leclerc, retailer líder en Francia, ha lanzado un mensaje contundente, aprovechando el comienzo de 2025, en el que promete "acabar con la inflación" y unirse "a todos los actores de buena voluntad para aumentar el poder adquisitivo de los franceses".
Esta tarea es, en su opinión, "lo más urgente en estos momentos, a riesgo de provocar la ira de quienes votaron leyes estúpidas, como las que restringían las ofertas especiales en pañales, productos de higiene y limpieza...", apunta en su LinkedIn. Y añade: "Vamos a buscar reducciones de precios en las próximas semanas (respetando el escudo arancelario que garantiza las rentas agrícolas)".
"Esa es la gran batalla que propongo a todos mis colegas de E.Leclerc, tan en forma como un violín, tan decidido como un personaje de dibujos animados (un guiño a mis amigos artistas), y a pesar de este clima político tan desmovilizador", incide.
En este sentido, el presidente de la enseña gala no se ha mordido la lengua: "Sí, en Leclerc sabemos que molestamos a unos cuantos lobbies, pero les juro que en 2025, orgullosos de que nos hayan confirmado como una de las marcas favoritas de Francia, ¡no vamos a aburguesarnos! Tenemos trabajo que hacer", subraya.
RECESIÓN Y MEDIO AMBIENTE
"¿Recesión en ciernes? ¿Va a costar más fabricar productos más respetuosos con el medio ambiente, con menos emisiones de carbono, más responsables socialmente y más seguros geopolíticamente? Sí, sin duda. Pero esa es una razón más para garantizar que todo lo que es mejor para usted, para nuestros hijos y para el planeta siga estando al alcance de todos. Esa es nuestra misión desde que mis padres fundaron nuestra empresa en Landerneau", prosigue.
Finalmente, Michel-Édouard Leclerc ha deseado a los 160.000 empleados de la marca una maravillosa vida personal y profesional en 2025 así como a los 700 directivos de la empresa que "enarbolan la bandera" de la enseña en Polonia, Eslovenia, España, Portugal, Luxemburgo y en toda Francia, así como en las islas de Reunión, Martinica y Guadalupe y también en Andorra.