Estudian la posible toxicidad de plásticos en contacto con alimentos
No todas las sustancias que migran desde los plásticos son necesariamente tóxicas o representan un peligro para la población, según investigadores de Aimplas, Ainia y Aiju.
El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), junto con el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (Aiju) y Ainia Instituto Tecnológico, participan en un proyecto que tiene como objetivo estudiar y evaluar la presencia de NIAS (sustancias no añadidas intencionadamente) en los materiales en contacto con alimentos, concretamente, en materiales plásticos.
El proyecto Niasafe, nace de la necesidad de garantizar la inocuidad de los productos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos y pretende ser una herramienta para que las empresas, especialmente pymes, de la Comunidad Valenciana puedan innovar y aumentar la seguridad de sus productos.
Tras la detección e identificación de cada una de estas sustancias, se lleva a cabo un análisis toxicológico de aquellas que no están incluidas en el reglamento de materiales plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos. Gracias a esta investigación, las empresas pueden conocer si están generando NIAS en su proceso de fabricación y recibir apoyo para elaborar guías de buenas prácticas que les permitirá posicionarse, no solo a nivel nacional, sino internacional, en la elaboración de envases alimentarios seguros.
Actualmente, en el mercado existen infinidad de envases y artículos de plástico pensados para ser utilizados una y otra vez en un ciclo de vida útil, más o menos largo y en condiciones de temperatura y tiempo muy dispares, por lo que el conocimiento de su composición química y la evaluación del comportamiento de las sustancias en relación con su uso es fundamental para poder establecer la inocuidad de dichos objetos.
NO TODAS LAS SUSTANCIAS SON TÓXICAS
Los investigadores indican que la presencia de NIAS en materiales plásticos en contacto con alimentos puede tener su origen en la degradación de los polímeros, impurezas derivadas de los procesos de fabricación o en productos de reacción en la elaboración del material. Estas sustancias pueden generar un riesgo toxicológico para el consumidor, motivo por el que la legislación relativa a materiales en contacto con alimentos presta especial atención a la evaluación del riesgo de su presencia.
Sin embargo, estas medidas legales son genéricas y no abordan la particularidad de cada una de estas sustancias. Un aspecto fundamental, puesto que no todas las sustancias que migran desde los plásticos son necesariamente tóxicas o alcanzan la concentración en los alimentos que representen un peligro para la población.
En este sentido, el desarrollo de una metodología para detectar la presencia de NIAS, el tratamiento de la información toxicológica y la evaluación de la actividad biológica (citotoxicidad y genotoxicidad) de las mismas garantizará el desarrollo de envases y alimentos seguros, aseguran estos expertos.
Novedades destacadas